Chavales de entre 10 y 14 años, procedentes de Marruecos, Ucrania o Bahrein, acaban una semana de tenis e intercambio cultural en la Rafa Nadal Academy. Los jóvenes tenistas también pudieron escuchar y preguntar a Toni Nadal, durante un encuentro que se convirtió en uno de los momentos inolvidables del torneo
Más de 100 chavales, procedentes de más de 20 países diferentes, han cumplido un sueño: comer, dormir, entrenar y jugar en la Rafa Nadal Academy, las mismas pistas de Manacor (Mallorca) en las que hasta hace muy poco entrenaba el mismo ídolo de esos jóvenes tenistas.
Y es que la quinta edición de la «World Teams Cup» ha reunido a equipos compuestos por chavales de entre 10 y 14 años, jóvenes tenistas que juegan en clubes y academias de todo el mundo y que, además, pudieron escuchar e incluso preguntar a Toni Nadal, unos minutos que a buen seguro no olvidarán los participantes del encuentro.
Las ediciones anteriores se han celebrado en Barcelona, Dubai o Turquía. Se trata de una competición cada vez más consolidada, de ahí que cada vez haya más interés por parte de los chavales que juegan y disfrutan del tenis en diferentes países, mientras los organizadores del torneo no dejan de recibir peticiones por parte de los propios clubes participantes, que quieren alojar en sus respectivas instalaciones una competición tan internacional como cultural.
Algunos de los chavales participantes en esta nueva «World Teams Cup» procedían de Barcelona, Alicante o los anfitriones de la Rafa Nadal Academy de Manacor, jóvenes tenistas que han coincidido sobre las pistas baleares con otros que juegan en clubes de Francia, Marruecos, Alemania, Ucrania o Baréin.
El objetivo del torneo es ofrecer la oportunidad a sus participantes de disfrutar del tenis con sus compañeros, entrenadores y familiares en un entorno privilegiado. El campeonato ofrece una buena combinación entre el tenis de competición y valores como el trabajo en equipo y el intercambio cultural a través de esta experiencia especial para los amantes del tenis. Y durante toda una semana, ya que es una competición que se disputa por el sistema Round Robin, que asegura un mínimo de cinco partidos a todos sus participantes.
«No deja de sorprender el interés que ha generado, con el paso de los años, esta competición. Y es para alegrarse de que la primera intención siga cumpliéndose en cada edición del torneo: una oportunidad inolvidable, un punto de encuentro para niños y niñas, de todas las culturas y lugares del mundo, a los que les une la pasión por el tenis. Y además sabiendo que no se van eliminados aunque pierdan el primer partido. Es algo muy constructivo para la mentalidad de los chavales de esas edades», explica Miquel Puig, director del torneo. El hecho de que entrenen y jueguen en las mismas pistas en las que entrenaba Rafa Nadal es, lógicamente, un gran aliciente: «Al venir a su academia cumplen un sueño. Todos quieren ser y jugar como él. Y ahí reside el papel de padres y entrenadores, en acompañar a esos chavales si no consiguen lo que consiguió Rafa».
Los jugadores participantes, de entre 10 y 14 años, han tenido al otro lado de la red a jugadores de otros países para intercambiar golpes y conocimientos, procedentes de los clubes Lisses (París), Turó Blanc (Barcelona), Wifaq (Marruecos), Sergio Funes (Munich), Rocket Team (Ucrania), IQL (Alicante), Chamartín (Madrid), la Federación de Tenis de Baréin o la propia academia apadrinada por Rafa Nadal y anfitriona del evento.