Comercio Directo y Paccari, un modelo de negocio que asegura triple impacto: social, ambiental y económico

/COMUNICAE/

El Comercio Directo es una práctica empresarial que apuesta por una retribución equitativa a todos los participantes en la cadena de producción, independientemente de las fluctuaciones del mercado

El próximo sábado 13 de mayo se celebra el Día Mundial del Comercio Justo, una práctica empresarial que defiende la construcción de una sociedad más equilibrada a través de unos precios más justos a pequeños comerciantes y productores. Sin embargo, la cantidad de estas retribuciones dependen de la variabilidad del mercado, lo que puede provocar en los agricultores incertidumbre e inestabilidad.

No obstante, el Comercio Directo defiende la construcción de una cadena de producción equitativa para todos los partícipes, independientemente de las fluctuaciones del mercado. Es el caso de Paccari, compañía chocolatera de origen ecuatoriano que pone en el foco de su negocio el bienestar social, económico y laboral de los agricultores en los campos de cacao. 

Actualmente, ya son más de 4.000 familias de agricultores locales de pequeña escala las que se benefician de esta práctica empresarial. Los trabajadores de Paccari reciben una retribución que se eleva hasta el triple de lo establecido. De esta manera el agricultor se sitúa en el foco de del proceso productivo. Una práctica que también se caracteriza por un trabajo colaborativo en el que se comparten conocimientos sobre los procesos orgánicos que permiten obtener el mejor producto a la vez que se potencia el cuidado de la tierra y el respeto por el medioambiente. En resumidas cuentas, un proceso productivo en el que todos ganan.

Mejora del nivel de vida a través del chocolate
El proceso de producción de Paccari, no solamente ha mejorado la vida de estos pequeños agricultores a nivel económico, sino que también, a nivel social, laboral y cultural. Entre uno de los primeros hitos que los agricultores agradecen a la compañía chocolatera se trata, precisamente, de redescubrir el cacao. «Aun llevando años trabajando en campos de cacao, no sabíamos nada sobre el chocolate. Solamente vendíamos la materia prima, pero no conocíamos más sobre su destino o su empleo. Cuando comencé a trabajar con Paccari fue cuando probé por primera vez el sabor del chocolate, una verdadera delicia», afirma Edwin Alvarado, uno de los productores que trabajan en las plantaciones de cacao de Paccari.

Otro de los agricultores, Bolívar Alvarado, expone que desde que comenzó a trabajar con Santiago Peralta, fundador de Paccari, su vida ha mejorado considerablemente. En primer lugar, por tener la total seguridad de disponer del sustento necesario para sacar adelante a su familia, costear la salud y educación de sus hijos y que, en ningún momento, falte la comida para todos. Otra de las acciones que llevan a Paccari a situarse como empresa socialmente responsable y comprometida es el empeño y lucha por incluir a las mujeres dentro del proceso de producción, abogando por la igualdad y las mujeres en un trabajo, que, por estereotipos, puede haber estado atribuido originariamente a hombres.

La apuesta por el cuidado del entorno también forma parte del modelo integral de Paccari como empresa. El chocolate de Paccari es 100% orgánico y prescinde en todo el proceso de agrotóxicos y químicos que puedan alterar la salud de la tierra. Los productos orgánicos juegan con los ciclos de la vida, evitando la sobreproducción y garantizando el respeto hacia el medioambiente.

Fuente Comunicae

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