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Cada vez más las personas son conscientes de la necesidad de llevar un estilo de vida saludable a fin de llegar a edades avanzadas con los menores achaques posibles. Y si muchos prefieren los gimnasios, otros tantos aprovechan sus hogares para poner a punto su cuerpo
Lo que para algunas personas comenzó con suaves paseos diarios, siguió con unas bandas elásticas y unas mancuernas para ir realizando ejercicios cada vez más complejos en casa. Muchos han llegado a destinar una habitación de sus hogares o parte de ella a montar un pequeño gimnasio improvisado. Lo cierto es que cada vez más la gente es consciente de que el ejercicio es imprescindible para llevar una vida equilibrada y alcanzar la vejez en un estado físico envidiable.
El tipo de ejercicios y el lugar en el cual practicarlos lo marcan las preferencias de cada persona, así como sus capacidades de inicio, así como las metas que se proponga. Así como muchos son felices de acudir a un gimnasio porque es algo que les motiva y les ayuda a mejorar, otros prefieren la intimidad de sus hogares a la hora de practicar. Para quienes se contaban entre estos últimos, pero eran amantes de los deportes acuáticos, el tener que ir a la piscina de un gimnasio a realizar sus ejercicios favoritos podía suponer un problema.
En verano quienes disponen de piscina siempre han podido mantener su intimidad ejercitándose en ella. Sin embargo, los rigores del invierno ahuyentaban incluso a los más valientes de tratar de usar sus piscinas para practicar la natación o el aquafitness en casa. Esto ha llevado a muchas personas a optar por calentar el agua de sus piscinas privadas. Calentar el agua de la piscina es algo posible hoy en día, y mucho más económico de lo que en un principio pudiese parecer. Existen opciones viables para todo tipo de piscinas, lo que lleva al aprovechamiento de las mismas durante todo el año.
Disponer de una piscina con el agua a una temperatura estable puede suponer un paso más hacia ese gimnasio casero que será aprovechado por toda la familia, beneficiando de ese modo la salud de todos los miembros y constituyendo, a la larga, un ahorro importante.
Invertir en confort, en salud y en una mayor calidad de vida es algo esencial debido al ahorro que supone a la larga, evitando visitas la médico, al fisioterapeuta y permitiendo un mayor uso y disfrute del tiempo libre y un mejor aprovechamiento de la jornada laboral o de estudios, al disponer de más energía y vitalidad.
Fuente Comunicae