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Los visitantes del yacimiento arqueológico de Medina Azahara, la ciudad palatina que mandó edificar el primer califa de Córdoba, Abderramán III, situado a 8 kilómetros de Córdoba, a los pies de Sierra Morena, están cardioprotegidos desde el pasado 11 de febrero, gracias a la instalación de un Totem equipado con un desfibrilador de la empresa ALMAS INDUSTRIES B+SAFE
Declarado Bien de interés cultural en la categoría de Monumento en 1923 y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2018, el yacimiento recibió cerca de 300.000 visitantes en 2019, y sigue siendo uno de los espacios culturales más visitado de Andalucía, con casi 100.000 visitantes en 2020, en plena pandemia.
Los principales motivos de Abderramán III para su construcción fueron de índole político-ideológica: la dignidad de califa exige la fundación de una nueva ciudad, símbolo de su poder, a imitación de otros califatos orientales y sobre todo, para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos, el recién instaurado Califato fatimí de Ifriqiya, en la zona norte del continente africano. Además de oponentes políticos, lo eran también en lo religioso, ya que los fatimíes, chiíes, eran enemigos de los omeyas, mayoritariamente de la rama islámica suní.
Gracias a este tótem de cardioprotección, las más de 800 personas que, de media, visitan cada día Medina Azahara estarán protegidas en caso de sufrir un accidente cardiaco. Para la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico del gobierno andaluz, Cristina Casanueva, la instalación de este Totem es un paso importante en la cardioprotección de equipamientos culturales como Medina Azahara, un espacio de 112 hectáreas muy visitado que «con este sistema que salva vidas, es un monumento referente en la provincia».
Además de la instalación del tótem y el desfibrilador, los trabajadores de la ciudad califal han recibo formación en las técnicas de RCP y RVA y en el manejo del equipo.
Para el Regional Manager de Andalucía Oriental de ALMAS INDUSTRIES, Francisco Muñoz «el objetivo es garantizar la máxima seguridad del ciudadano ante una emergencia cardíaca fuera del ámbito hospitalario y buscar empresas o Fundaciones como la Fundación Andaluza del Corazón que patrocinen la instalación de desfibriladores en lugares públicos o de gran afluencia como en la ciudad califal de Medina Azahara».
Según Muñoz, «en Andalucía se producen 6.200 muertes inesperadas al año, 17 fallecimientos al día y las posibilidades de sobrevivir a una parada cardiaca secundaria o a una arritmia ventricular, fuera de los hospitales, en la actualidad oscila entre el 5 y el 10%, por lo que necesitamos promover y fomentar la implantación de desfibriladores». La Fundación Andaluza del Corazón ha instalado ya 3 desfibriladores en Málaga, 2 en Almería, 2 en Granada, 2 en Córdoba, incluyendo Medinas Azahara, y próximamente 2 en Jaén y 2 en Sevilla».
La presidenta de la Sociedad Andaluza de Cardiología, Dolores Mesa, comentó que, «los Amigos de Medina Azahara nos solicitaron que este segundo desfibrilador, tras el instalado en la plaza de las Tendillas de Córdoba, viniera a Medina Azahara, un lugar emblemático, Patrimonio de la Humanidad, mejorando la cardioprotección de los espacios ciudadanos y culturales de Córdoba con iniciativas público-privadas».
El Jefe del Servicio de Cardiología, Manuel Pan y la gerente del Hospital Reina Sofía, Valle García señalaron que «la muerte súbita es una enfermedad muy prevalente y el Reina Sofía es un referente a la hora de tratar la cardiopatía isquémica con iniciativas como el código infarto, que actúa 24 horas todos los días del año, una actuación coordinada para recibir la atención médica necesaria en el menor tiempo posible tras una parada cardíaca, para que la respuesta clínica sea la mejor y disminuir las secuelas posteriores».
Para el director del 061, Antonio Mantero, «el desfibrilador permite ganar tiempo, con una atención adecuada, para que la cadena de asistencia no se interrumpa y el paciente sea cuidado hasta que se avisa a los servicios de emergencias 061 y 112 y llegue al hospital, para evitar así evitar fallecimientos y secuelas. En estos dos años de pandemia, se han producido 2.000 paradas cardíacas en la provincia. «
Fuente Comunicae