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No solamente es importante tenerlo en condiciones para estar bien dentro del vehículo, sino que también lo es para evitar varios problemas que puedan ser contratiempos inesperados
Según Talleres Murillo, los talleres de confianza de Monzón (Huesca) especialistas en mantenimiento y reparación de vehículos, el sistema de climatización de coche debe cuidarse y mantenerse en perfectas condiciones para evitar tener problemas.
Algunos de los fallos que puede ocasionar el tener en malas condiciones el sistema de climatización, pueden ser:
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Mayor consumo del vehículo.
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Malos olores en el interior del coche a causa de la contaminación del aire con bacterias y microorganismos.
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Deficiencia en la temperatura de salida, por lo que se deriva en un menor confort cuando hace calor, pues el aire acondicionado del coche no enfría lo suficiente o la calefacción no calienta lo suficiente.
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Mal desempañamiento de cristales en invierno.
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Averías que pueden convertirse en costosas, como el compresor, por ejemplo.
Hay que tener en cuenta la diferencia entre un aire acondicionado y un sistema de climatización, ya que su funcionamiento no es lo mismo. Mientras el primero expulsa el aire a la temperatura indicada, el segundo mantendrá, a través de un sensor, una temperatura constante dentro del habitáculo.
Componentes del sistema de climatización
A continuación se detallan los elementos que componen el sistema de climatización:
- Compresor. El sistema de climatización funciona gracias a un gas refrigerante. El compresor es la pieza encargada de hacer circular este gas a través del circuito de climatización y subir su presión donde sea necesario.
- Condensador. Esta pieza transforma el estado del refrigerante de gaseoso a líquido. Este asegura una correcta condensación del refrigerante.
- Válvula de expansión. Es la encargada de volver a transformar el refrigerante en su forma original de gas a baja temperatura.
- Evaporador. Es la parte del sistema que absorbe el aire exterior y lo enfría para introducirlo en el interior del coche
- Aireador. Es la pieza encargada de distribuir el aire refrigerado por todo el interior del vehículo.
- Deshidratador. Es la parte que protege al compresor, evitando daños y corrosiones por humedades. Esta pieza debe cambiarse normalmente a los 4 años.
- Filtro de habitáculo. Encargado de velar por la salud, de evitar que se respire partículas de aire con polen, gérmenes, polvo o polución. Este filtro debe cambiarse cada 15.000 km o 1 año.
Para la seguridad en el interior de los vehículos, Talleres Murillo recomienda cambiar de forma periódica los filtros de aire del habitáculo, para proteger contra gases y partículas, y evitar la contaminación del vaporizador, con lo que se mantiene así la eficiencia del sistema de climatización, y minimiza el riesgo de somnolencia
Fuente Comunicae