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A menudo con el frío del invierno mucha gente se olvida de que el verano llegará. Muchas personas no comienzan a cuidarse hasta que el calor aprieta y ya es demasiado tarde. En lo que respecta al cuidado del cabello, el invierno es la época ideal para prepararse ante la llegada del calor
El verano es la época del año en que el cabello de las personas más sufre. El sudor, el calor, los rayos del sol incidiendo de forma más intensa… A ello hay que añadirle la sal del mar o el cloro de las piscinas para quienes son adictos a refrescarse con asiduidad a base de chapuzones, o a una mayor incidencia de los rayos UVA para quienes escogen buscar aire fresco en la montaña. Sea como sea, en verano el pelo sufre.
Y como es sabido que en verano el pelo sufre, mucha gente toma precauciones y le aporta cuidados especiales a su cabello en esa época del año, pero a menudo se desentienden de su salud capilar el resto del año, lo cual es un error. Los profesionales de la salud capilar inciden en que es precisamente en estos meses de invierno cuando mejor se puede preparar el cabello de cara al verano, para de este modo mantenerlo fuerte y saludable durante todo el año
El cuidado del cabello es algo que se considera como una parte más de la rutina de cuidados integral que toda persona debería procurarse para mantenerse equilibrada y saludable. Verse bien ayuda a sentirse bien, lo que incide en una mejora de la autoestima. Al mismo tiempo, mantener el cabello y el cuero cabelludo en buenas condiciones es esencial para evitar algunas enfermedades de la epidermis.
Encontrar los productos adecuados para cuidar el cabello es una de las bases sobre las que cimentar la rutina de cuidados. Invertir en los productos adecuados para cada época del año es esencial. A la larga, escoger los mejores productos para el cuidado del cabello termina repercutiendo en un ahorro considerable de dinero.
Para ello es necesario conocer bien el tipo de cabello de cada persona, pero también los tratamientos a los que se le somete, como por ejemplo tintes o alisados, que requieren sin duda de un buen champú sin sulfatos, si se le aplican fuentes de calor de forma habitual, por lo que necesitará productos protectores térmicos, o si se trata de cabellos rubios, rizados… Cada cabello tiene su peculiaridad, y debe ser cuidado y tratado de forma única.
Aprovechar que en invierno el cabello está menos castigado para realizarse algunos tratamientos con mascarillas y tratamientos hidratantes y regeneradores es una buena idea para así poder encarar el verano con un cabello fuerte, bonito y sano. Muchas tardes de maratones de peli, sofá y manta pueden tener un plus de belleza capilar que seguro se agradecerá cuando suban las temperaturas. Entender que todas las partes del cuerpo humano son importantes para la salud y que cuidarlas forma parte de un estilo de vida equilibrado.
Fuente Comunicae