El blackjack es un juego que se adapta mucho a las situaciones sociales. Bien sea desde la casa, en un evento o como de la manera más actual en los mejores sitios, al estilo de blackjack-online.es, siempre será un juego que movilice emociones y genere entretenimiento.
Por supuesto, no es lo mismo el sencillo juego de casa o amistoso con los amigos que en un torneo o en un juego de blackjack en un casino online. Por ello, existen sitios web especializados que brindan información sobre las modalidades y variantes del juego. También, algunos casinos online ofrecen juegos gratis, de manera que se pueda familiarizar, conocer los tipos de juegos y hasta practicar el conteo de cartas. Los bonos son, por lo general muy atractivos, porque proporcionan un valor agregado a las apuestas.
A pesar de que se han introducido diversas variantes, el blackjack tiene su origen en un juego llamado veintiuno. El cambio se propició en los casinos del oeste americano, en los que, por influencia de los colonos franceses el veintiuno era un juego muy popular. Producto de un premio mayor, en el que la apuesta se multiplicaba si el jugador tenía una mano con un As negro y dos Jack, también negros. De allí derivó el nombre de blackjack con el que se le conoce hoy en los casinos de todo el mundo.
La práctica y la dedicación hace al maestro
El blackjack no se juega contra los otros jugadores, sino contra la casa, la cual está representada por el crupier. En el viejo oeste eran tiempos complicados, de interacción entre razas y nacionalidades y en el que la violencia era ley. Parte de las grandes habilidades que debía tener el jugador era el reconocimiento de emociones faciales, tal como hoy se desarrollan con inteligencia artificial, es decir de mucha precisión.
En esos tiempos no solo había que reconocer las emociones en los otros, sino ser un experto también en el control de las propias, evitando el drama, a la vez de disfrutar con estoicidad sus habilidades y la competitividad. Esos requerimientos siguen siendo válidos. Lograr un juego impecable implica aprender en varios niveles. Si bien es un sistema fácil de aprender, cuyas reglas para jugar y realizar apuestas no son complicadas, lo verdaderamente cierto es que para ser un experto y lograr el mejor movimiento en cada mano y escenario, se requiere estrategia, concentración y mucha práctica.
Diversas razones subyacen en la expresión popular que manifiesta que el blackjack dura 5 minutos en aprender y toda una vida en dominarlo. En este juego se confirma la idea según la cual la práctica hace al maestro. El conteo de cartas no es algo tan sencillo como se pueda creer, demanda habilidades, mentalidad matemática y entrenamiento en el cálculo.
Aprendizaje disciplinado y paso a paso
Una de las mejores recomendaciones es ir incorporando habilidades de blackjack como un proceso modular. Lo primero y esencial es conocer sus términos básicos y las reglas de juego. Luego que esos elementos se manejen con destreza es momento de pasar al siguiente módulo o nivel, que es el aprendizaje de una estrategia básica, practicar mucho y al dominarlos ir ascendiendo. Lo siguiente es pasar al nivel de experticia que significa contar cartas, de lo cual existen tutoriales y una útil bibliografía, que enseña el proceso de calcular. Dado que no es posible aprender de una vez, quien quiera ser profesional no debe intentar incorporar todo simultáneamente, sino consolidar y dominar una habilidad para pasar a la posterior.
La mentalidad adecuada del jugador es sumamente relevante. Se trata de mantener los pies sobre la tierra y entender que es un juego que debe manejarse con equilibrio. Es un juego emocionante, en el cual la persona tiene un cierto grado de control por su toma de decisiones. Como todo juego de azar y apuesta, el blackjack implica correr riesgos, requiere una actitud un poco aventurera, pero siempre actuando con racionalidad y conciencia clara de que es un juego y una actividad entretenida entre otras muchas en la vida.
Indudablemente es importante conocer las variantes de blackjack más comunes en los juegos online. Por ejemplo, el blackjack americano y el blackjack europeo son las modalidades más jugadas. Se diferencian básicamente En el momento en que se reparten las cartas, en el americano el crupier recibe dos cartas una de las cuales está bocarriba, si es un as destapa la que está boca abajo y se reparte, si hace 21 todos pierden de una vez y el jugador no se arriesga en más apuestas. En el europeo, aunque la carta boca arriba sea un as, el resto de la mano no se revela sino hasta que todos los jugadores hayan jugado su mano. Obviamente estos son solo dos ejemplos, porque las posibilidades son muchas y la mejor manera de aprenderlas es vivirlas sanamente.