Investigadores españoles inician un proyecto para desentrañar los orígenes del bipedismo

El CSIC inicia un proyecto para desentrañar los orígenes del bipedismo

Redacción. ¿Qué pasó en las selvas africanas de hace seis millones de años para que unos simios cuadrúpedos exploraran las ventajas de andar sobre dos patas y con ello liberaran definitivamente sus manos? Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha lanzado un proyecto que se adentra en las selvas de Guinea Ecuatorial para intentar desentrañar los orígenes del bipedismo, el rasgo esencial de la evolución humana. El objetivo es intentar desvelar cómo se movía el último ancestro común entre chimpancés, gorilas y el ser humano.

La jungla de Guinea Ecuatorial proporciona un entorno único: alberga 16 especies de primates, entre los que se encuentran el chimpancé común, Pan troglodytes, y el gorila de llanura, Gorilla gorilla, las dos especies vivas filogenéticamente más próximas al hombre. “Observar el modo en que se mueven estos primates en su hábitat natural, tanto en los árboles como en el suelo, puede ayudar a comprender cómo fue el modo de locomoción ancestral del que surgió la locomoción del ser humano”, explica el director del proyecto, el paleoantropólogo del CSIC Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).

Los datos paleontológicos establecen que la locomoción bípeda debió de originarse inmediatamente después de la divergencia del linaje de los homininos (ancestros humanos) desde el último antepasado común que compartimos con los chimpancés. Sin embargo, el cómo, el dónde y el porqué de esta divergencia son preguntas con respuesta incierta.

El proyecto pretende contrastar si ese último antepasado común tenía una locomoción denominada “suspensión bajo ramas” (en parte similar a las de los grandes simios actuales) o bien al modelo “cuadrúpedo multígrado” (un modelo de locomoción generalizado que no tiene representante en la actualidad).

Simios primitivos

El paleoantropólogo explica que los simios primitivos eran plenamente arborícolas y se desplazaban sobre las ramas de los árboles con un andar cuadrúpedo, apoyando las palmas de las manos y las plantas de los pies. Un cambio evolutivo muy significativo en la filogenia del grupo supuso el comenzar a desplazarse y estacionar colgándose por debajo de las ramas, de modo que su cuerpo queda suspendido por debajo de los brazos, fuertemente asidos con sus largas manos. “Saber si nuestros antepasados directos pasaron o no por el tipo de locomoción que observamos hoy en los simios africanos es altamente relevante para esclarecer las presiones selectivas que llevaron a la divergencia del linaje humano”, señala.

“Los bosques tropicales de África son el entorno donde surgió el bipedismo”, indica Rosas. “Por eso queremos investigar en este entorno y observar los hábitos locomotores de los primates que habitan en la pluvisilvia ecuatoguineana”. El proyecto tiene tres objetivos fundamentales: buscar registros arqueo-paleontológicos del paso del cuadrupedismo al bipedismo; analizar el repertorio de movimientos de los primates; y caracterizar los biotopos ocupados por los primates. “El hallazgo de cualquier fósil de primate en este contexto supondría un vuelco en la paleoantropología mundial”, subraya Rosas.

Para observar el comportamiento de los primates, el proyecto instalará nuevas cámaras trampa como estrategia para captar los movimientos de estos animales en su medio natural. Próximos trabajos de campo y análisis por ordenador del repertorio locomotor captado en la naturaleza permitirán avanzar en el conocimiento de procesos clave de la evolución humana.

El proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (CGL2016-75109-P and CGL2017-90984-EXP). Esta apoyado por la Fundación Palarq y cuenta con la colaboración de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE) e INDEFOR-AP (GE).

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