Redacción. La conservación de la tortuga boba y otras especies marinas en las aguas del Mediterráneo depende del conocimiento y adecuada gestión de los ecosistemas marinos. En línea con este objetivo, desde 2015, el campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València se ha incorporado a las líneas de investigación existentes sobre tortugas marinas del Mediterráneo llevadas a cabo por la Unidad de Zoología Marina del Instituto Cavanilles de la Universitat de València; aportando innovación con la aplicación de nuevas tecnologías para mejorar el conocimiento de estas especies y las amenazas que les afectan.
Marcaje y seguimiento con transmisores satelitales
En las investigaciones del campus de Gandia, dirigidas por el profesor e investigador Eduardo Belda, se lleva a cabo el marcaje y seguimiento vía satélite de las tortugas con el fin de establecer estrategias para su protección. A través del marcado con transmisores satelitales es posible efectuar el seguimiento de los largos desplazamientos y migraciones que realizan estos ejemplares, permitiendo estudiar su comportamiento y uso del hábitat, así como conocer la supervivencia de ejemplares criados en cautividad y ejemplares rehabilitados. Tal y como ocurrió con la tortuga Lola, el primer ejemplar rehabilitado de tortuga boba juvenil al que se pudo seguir tras ser marcado y puesto en libertad.
El caso de Mascletà y Victoria, en las playas de Tarragona y Cullera
Actualmente, en el marco del proyecto europeo LIFE INTEMARES, el campus de Gandia colabora en el seguimiento de crías nacidas en nuestras costas y en el seguimiento de hembras nidificantes. Es el caso de las tortugas Mascletà y Victoria, dos ejemplares marcados con transmisores satelitales tras desovar durante este verano en las playas de Tarragona y Cullera, respectivamente. El marcaje y seguimiento de estas tortugas ha permitido detectar nuevos intentos de nidificación, facilitando la activación de los protocolos para su protección y la de los huevos.
A través de los emisores satelitales podemos conocer su comportamiento, lo que facilita la detección de sus nidos en caso de que vuelvan a desovar y, por tanto, permite agilizar las actuaciones para garantizar su protección, explica el profesor Belda.
Puestas en el Mediterráneo
Las hembras de tortuga boba presentan una tendencia filopatria, es decir, que regresan a la playa donde nacieron para realizar sus puestas. Sin embargo, desde principios de los 2000, se han empezado a registrar puestas de tortuga boba en las costas del Mediterráneo occidental. Aunque se desconocen las causas, este fenómeno se asocia con el aumento de las temperaturas de la superficie del mar en primavera y verano, y de las temperaturas terrestres, ofreciendo mejores condiciones térmicas para anidar.
Los científicos han constatado que gran parte de los eventos de anidación se han registrado en playas turísticas, hecho que supone un riesgo para los neonatos de tortuga y los huevos, precisando de una mayor planificación para estos eventos y de la reubicación de los huevos a lugares de incubación seguros.
Resulta igual de importante, según señalan los expertos, conocer la dispersión oceánica y las tasas de supervivencia de las tortugas bobas neonatas en sus “años perdidos”, es decir, el lapso de tiempo que transcurre desde que nacen y se adentran al mar hasta que regresan a las aguas costeras como grandes juveniles. Son pocos los estudios que han explorado el comportamiento de las jóvenes tortugas en este periodo, sin embargo, los avances en la tecnología satelital han permitido la investigación en esta área.
Especie amenazada
La tortuga boba (Caretta caretta) es la especie de tortuga marina más común en nuestras costas. Una especie vulnerable catalogada en peligro de extinción, incluida desde 2015 en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), así como considerada especie de interés prioritario por la Directiva Hábitats.
También es muy importante la colaboración ciudadana. Ante la localización de algún nido, rastro o ejemplar de tortuga marina, se debe avisar al 112.