Una empresa de aceite oscense, reconocida con la más alta distinción en los certámenes mundiales de aceite

Redacción.  El aceite Shio Arbequina, de la empresa aragonesa Olicinca SL, acaba de ser reconocido con la más alta distinción en los certámenes mundiales de aceite: la Grand Prestige Gold, convirtiéndose así en la única entidad de Huesca en ser galardonada. El premio lo ha obtenido en el reciente concurso internacional, celebrado en Israel, Terra Olivo 2020, uno de los más importantes del mundo.

La compañía, ubicada en la localidad oscense de Alcolea de Cinca, ya obtuvo en 2019 una medalla de plata por su SHIO Picual, en el prestigioso concurso Olive Japan, que le llevó a ser la única empresa aragonesa premiada con este galardón. Es el broche de oro después de una década de trayectoria en el mercado, desde que nació el hermano mayor de la gama “Aceite Flor de Sal”.

«Estoy muy orgulloso de haber obtenido este reconocimiento con la arbequina, una variedad muy nuestra. La verdad es que tiene una calidad increíble y, sin duda, lo han sabido valorar, ya que últimamente esta variedad está un poco denostada. Después de 11 años trabajando en este proyecto, al que adoro y que tanto me cuesta porque no tengo los mismos medios que otras grandes empresas, en los certámenes internacionales estamos consiguiendo muy buenas puntuaciones, y eso nos hace seguir adelante y trabajar cada día con más ganas», ha destacado Manuel Fortón, gerente de AOVE SHIO.

La compañía, que trabaja con las variedades arbequina, koroneiki y picual, considera que este galardón es «todo un reconocimiento para los aceites de Huesca», ha explicado Manuel Fortón.

AOVE SHIO

SHIO, sal en japonés, hace referencia al terreno salino en el que está ubicada la finca, en el que afloran cristales de sal a la superficie. Esto hace que el olivo tenga que hacer un sobreesfuerzo, ya que no se encuentra en sus condiciones óptimas para producir el fruto, pero este inconveniente lo han convertido en una virtud.

Esta situación permite que las aceitunas concentren más aromas y polifenoles, algo que lo hace diferente a los demás. Se recolecta cuando las aceitunas están completamente verdes, con lo que la producción es muy pequeña pero los aromas y el sabor que adquiere en esta fase es excepcional.

Además, la finca se encuentra rodeada de arrozales y humedales, donde abundan los insectos. Entre ellos, llama la atención la libélula por su abundancia y colorido; convertida en el logo de la marca. La compañía ha sabido aprovechar la similitud de los arrozales y la libélula, con la simbología y cultura japonesa, y ha unido los dos elementos más característicos de su zona: la sal y las libélulas.

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