No siempre que sufrimos de dolor de dientes podemos visitar inmediatamente al dentista, ya que pueden tardar en darnos cita o puede que nos surjan las molestias en mitad de la noche. En ese caso, es útil conocer algunos remedios caseros que pueden funcionar ante este fastidioso problema.
No podemos dejar de recordar que el efecto de todos ellos es temporal pero no una solución permanente, por lo que si el dolor es persistente tendremos que hacer una visita al dentista. Las molestias pueden tener diversos orígenes, aunque las caries suelen ser la causa más habitual. Por ello, es importante mantener una adecuada higiene dental para prevenirlas, así como hacerse chequeos regularmente. Además, si el dolor es muy insistente, notas fiebre o inflamación del rostro, debes acudir de inmediato a una clínica dental.
Tomar analgésicos
La toma de medicamentos está indicada para este tipo de situaciones, aunque debemos hacerlo siempre teniendo en cuenta las instrucciones que encontramos en el prospecto. Hay que tener en cuenta que el fármaco en sí no debe entrar en contacto directo con el diente afectado ya que podría provocar quemazón en el tejido gingival y empeorar el dolor. A este respecto, también podemos tomar en consideración alternativas naturales con efecto analgésico: por ejemplo, los beneficios en el alivio del dolor que tiene el CBD.
Hemos de insistir en que los analgésicos nos ayudarán a enmascarar el dolor, pero no solucionarán el problema, por lo que si este persiste hay que acudir al dentista.
Realizar enjuagues con agua salada
Los enjuagues de agua tibia con sal pueden mejorar un poco el dolor y la inflamación de las encías. El agua demasiado caliente o demasiado fría no es recomendable porque puede agravar la sensación de incomodidad, pero el agua tibia tiene un efecto calmante que proporciona alivio al dolor. La disminución de la inflamación la produce, por su parte, la sal. Para preparar este enjuague, solo tienes que añadir dos cucharaditas de sal a un vaso lleno de agua tibia. Enjuágate la boca con esta solución y después escúpela.
Aplicar compresas frías
El frío tiene un doble efecto que nos puede beneficiar si el dolor que sentimos viene acompañado de inflamación de las encías: por una parte, ayuda a reducir el dolor y, por la otra, disminuye la hinchazón. Para aplicar frío en la zona puedes utilizar compresas frías sobre la mejilla a intervalos de 20 minutos hasta que se manifieste el alivio. Aunque, de nuevo, esta solución solo nos dará una tregua ante el problema.
Aceite de clavo
El aceite de clavo cuenta con un componente llamado eugenol que actúa como un anestésico natural, lo que lo hace efectivo a la hora de tratar el dolor de dientes y la inflamación derivada de este. Este remedio casero no es muy agradable de utilizar debido a que el sabor del aceite de clavo no es muy bueno. Si de todos modos te animas a probarlo, solo tienes que empapar un poco de algodón en él y después frotarlo suavemente sobre la encía o el diente que te causa molestia.