Redacción. La localidad de Alcalá del Valle (Cádiz) vive una alarmante situación a causa del brote de coronavirus que mantiene en vilo a la población mundial. Una residencia de ancianos del municipio se ha convertido en el foco del COVID-19 en la zona. En la misma ya han fallecido dos residentes, casi una veintena están ingresados y otros 20 trabajadores del centro están afectados por el virus.
El alcalde del municipio, Rafael Aguilera Martínez, renunció a la competencia municipal con respecto a este centro el pasado día 20, y lanzaba el siguiente llamamiento desesperado:
Por su parte, la Junta de Andalucía, ha emitido un comunicado en respuesta al mensaje lanzado por Aguilera, en el que afirma que «Desde el momento en que la semana pasada el Ayuntamiento de Alcalá del Valle comunicó a la Delegación Territorial de Salud y Familias la situación en la residencia de la localidad, a través del Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz, se articularon, de forma inmediata, las medidas contempladas por el Ministerio de Sanidad en un doble sentido: realización de pruebas a trabajadores y residentes y seguimiento de aquellas personas afectadas o que pudieran estarlo por el coronavirus».
El texto continúa afirmando que los profesionales del centro de salud de Alcalá del Valle han acudido cuando ha sido necesario a la residencia y un epidemiólogo ha estado en permanente contacto con la misma. Asimismo, desde el pasado sábado 21, una unidad de la entidad SAMU, que cuenta con personal sanitario, se encuentra en la residencia.
El pasado viernes 20, el alcalde de Alcalá del Valle renunció a la competencia municipal con respecto a este centro, por lo que desde la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación se trabajó para asumir las gestión, dando encaje legal y jurídico al procedimiento en tiempo récord, de manera que finalmente se adjudicó a una empresa concesionaria. Ese mismo día el director general de Atención Sociosanitaria de la Junta acudió al municipio, el sábado hizo lo propio el inspector de la Unidad de Centros de Servicios Sociales y el domingo un inspector médico de la Delegación Territorial de Salud y Familias, así como un inspector de Servicios Sociales de la Delegación Territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. Y desde el primer momento, la delegada territorial de Salud y Familias de la Junta en Cádiz, Isabel Paredes, así como el delegado territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Miguel Andréu, han mantenido un contacto permanente con el alcalde de este municipio sin importar el horario.
El comunicado de la Junta de Andalucía afirma que «se ha estado en permanente contacto con este centro, además de proporcionar, como no puede ser de otro modo, asistencia sanitaria a los residentes y profesionales del centro, incluyendo traslados a hospitales cuando así ha sido necesario.
El alcalde de Alcalá del Valle, además de generar alarmismo, mostrar una total falta de respeto al trabajo de la Junta y una grave deslealtad institucional, ha vulnerado la confidencialidad de las personas de la residencia y puede generar un problema de salud pública, ya que, después de renunciar a la gestión del mismo y a no tener ya competencias en este centro, insiste en entrar y salir a su antojo, saltándose todo protocolo e instrucciones del Ministerio de Sanidad. Esta agresión a la protección de la salud pública se verá gravemente acrecentada si, como ha hecho público hoy mediante una rueda de prensa, convoca una manifestación, poniendo en riesgo la salud de los habitantes de su municipio».