La presentación de los países fue muy original: un avión pilotado por Netta Barzilai (la ganadora por Israel del año pasado) llegando a su destino: Tel Aviv . De ahí bajaban azafatas y azafatos que iban marcando la salida de cada uno de los países por orden de actuación.
Mucho color y diversión. Dana International nos hizo saltar al son de una festiva y muy famosa canción israelita. Un trabajo perfecto medido al milímetro que nos dejó con la boca abierta a todos los asistentes.
26 países luchando por una misma meta: Ganar.
Al fondo una inmensa y original escultura del torso de Netta hecha con juguetes de todo tipo. Una seguridad extrema en aquel festivo caos.
Una pésima clasificación para España. Primero votó el jurado y ahí pudimos comprobar cómo de nuevo España no volvió a acertar en el gusto europeo. Quedó la última con tan sólo 7 «points». Empezamos mal y temíamos lo peor. La votación del público tampoco fue factible así que Miki con tan solo 60 puntos se quedó en un triste puesto 22 por delante de Israel, Alemania, Bielorusia y U.K.
Es verdad que se comportó como un gran profesional y su actuación fue impecable. Entonces, ¿de dónde viene el fallo de esas malas clasificaciones en estos años?
Ahora es cuando yo me pregunto ¿para cuándo un jurado español profesional que dejando a un lado «intereses» sepa elegir algo a la altura y al gusto de este festival? 200 millones de personas lo ven y merecemos algo más.
No todo vale!! No quiero escuchar eso de «es que nosotros no tenemos vecinos y se votan entre ellos» o eso de «siempre ganan los mismos» y por último lo de «es que España no tiene dinero para celebrar el festival».
Os equivocáis. No echemos siempre la culpa a otros de nuestras desgracias. Pensemos que primero habría que empezar barriendo nuestra propia casa antes de opinar o criticar al vecino. ‘Para prueba un botón’: Holanda hacía que no ganaba 44 años y recordemos que el año pasado fue en Lisboa porque, por primera vez fue Portugal la vencedora (su único vecino es España y como podréis ver no ganan siempre los mismos). Además sabemos que el festival habría recaudado hasta 100 millones de euros según la Asociación de Hostelería, Restauración y Similares de Portugal.
Empecemos a analizar y a trabajar sobre este tema para buscar y encontrar soluciones a un problema que nos está afectando.
El momento más emocionante y bonito del festival fue cuando pudimos ver las actuaciones de varios de los ganadores de las ediciones pasadas como Conchita Würst (2014) , Måns Zelmerlöw (2015) y las que quedaron en segunda posición Verka serduchka (2007) y Eleni Foureira (2018) en la que cada uno cantaba canciones del otro.
Pero lo realmente culminante fue ver de nuevo a Gali Atari (cantante de Milk and honey ganadores por Israel en 1979) cantando con ellos el mítico ‘Hallelujah’.
Una final para recordar. Let me chow you… Tel Aviv.
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