@Jesús Rivilla / Profesor Universidad U.P.M. y Prep. Físico Selección Española de Balonmano. «Los sueños se hacen realidad”, “si quieres, puedes”, “todo es cuestión de actitud”,… Te suenan ¿Verdad? Decenas de clichés circulan constantemente por las redes en busca de nuevos adeptos que difundan una doctrina que me he permitido bautizar como “tontoptimismo”. Reflexiona un instante: ¿estas “frases motivacionales” ayudan a mejorar la vida de las personas o generan un aluvión de frustrados?, ¿suman o restan lucidez? y, lo más importante, ¿son veraces o falsos? Obviamente son falsos.
Cualquiera que haya soñado fuerte, que se haya marcado objetivos ambiciosos y se haya empleado a fondo para hacerlos realidad habrá experimentado que la realidad está muy alejada de las consabidas “máximas tontoptimistas”, o lo que es lo mismo:
– Los sueños, con mucha frecuencia, no se cumplen,
– Desear con mucha fuerza algo, no conlleva lograrlo y
– La actitud, aún siendo necesaria, no asegura culminar la meta.
Una sociedad necesita de buenos referentes, mensajes y “mantras” que aporten lucidez a nuestra mirada, que clarifiquen un mundo cada vez más complejo e incierto, mensajes que sumen conocimiento y ayuden a mejorar. Adoptar mensajes motivacionales falsos – por muy bien que suenen – nos aleja de la inteligencia, nos distancia de la verdad, nos aparta de la virtud. Es terrible educar a los niños con mensajes como “¡Sueña! Que los sueños se cumplen”.
¡¡¡QUE NO!!! QUE LOS SUEÑOS NO SE CUMPLEN
¿Qué posibilidades tiene un chaval deportista de convertirse en profesional del deporte?, ¿Y de destacar a nivel nacional? Ampliemos nuestro campo de visión ¿qué posibilidades tiene una persona de dedicarse a aquello que le apasiona?, ¿Y de lograr resultados significativos en su área?
Utilizar con nuestros niños (o adultos) expresiones del tipo «querer es poder» “todo es posible” o “depende de ti” no es motivar, es mentir. Son lemas perversos porque la probabilidad de que se cumpla es pequeña, a veces ínfima, y los estamos conduciendo a que en un futuro cercano no sólo se sienta un fracasado sino también responsable.
EL TONTOPTIMISMO GENERA FRUSTADOS CON SENTIMIENTO DE CULPA
Lo que trato de transmitir, más allá de una crítica directa al optimismo crédulo y desmedido que asola nuestros días, es que los sueños no están para cumplirse. Los sueños, los proyectos magnos, las metas ambiciosas, están para transformarnos, para hacernos mejores personas. Una gran meta es gasolina para el ser humano, la necesitamos para dejarnos el alma en el día a día, para exprimir cada acción que nos acerca a esa ansiada meta, para superar obstáculos que ni intentaríamos sin la motivación de ese sueño o proyecto. Y esa es precisamente la utilidad de un sueño: que su búsqueda te convierte en una persona mejor.
UNA META INSPIRADORA NO ES UN FIN, ES UN MEDIO PARA TRANSFORMARTE
Partiendo de este enfoque, propongo alternativas. Lo sé, son mensajes menos pegadizos, más complejos, menos directos y mucho menos reconfortantes.
– Sueña con fuerza y pon todo tu empeño en conseguirlo. Tanto si lo logras como si no, habrás aprendido, disfrutado de experiencias irrepetibles y mejorado en muchos planos.
– Las grandes metas y el esfuerzo total, son un medio de desarrollo único con independencia de que culminen con el resultado esperado o no.
– La actitud no asegura el éxito, no tenerla asegura el fracaso.
Me vienen a la cabeza conversaciones y entrenamientos con deportistas, niños y adultos, que me apetece compartir pero… Lo dejo para un próximo artículo.
6 comentarios en «Los sueños se cumplen y otras mentiras del tontoptimismo»
Buenas…
Me ha llamado la atención este artículo …
Lamento no coincidir en casi nada …
Es más … el que escribe el artículo?
No tiene sueños ?
Los ha cumplido ?
La foto con la que se presenta ?
Que transmite ?
Un saludo … de un tontoptimista agradecido de luchar por sus sueños.
Un respetuoso saludo.
No soy quien para hablar por el autor del artículo pero creo, Luis, que te faltó leer la parte final del artículo. Te hago un copia-pega por si tienes un rato:
Los sueños, los proyectos magnos, las metas ambiciosas, están para transformarnos, para hacernos mejores personas. Una gran meta es gasolina para el ser humano, la necesitamos para dejarnos el alma en el día a día, para exprimir cada acción que nos acerca a esa ansiada meta, para superar obstáculos que ni intentaríamos sin la motivación de ese sueño o proyecto. Y esa es precisamente la utilidad de un sueño: que su búsqueda te convierte en una persona mejor.
UNA META INSPIRADORA NO ES UN FIN, ES UN MEDIO PARA TRANSFORMARTE
Muy de acuerdo con la última parte del.artículo pero no con la primera.
Para mí el tontoptimismo sería quedarse en casa soñando esperando a que las cosas vengan por sí solas o proponerse metas totalmente inalcanzables.
Pienso que perseguir tus sueños es una carrera de fondo en la que ser optimista es fundamenta.
Los pensamientos positivos, (aunque sean ilusorios), producen cambios neuronales que facilitan la toma de decisiones ayudan a pensar con claridad.
Soñar sí, pero sabiendo que quizás te quedes un par de escalones por debajo de donde apuntaste.
Yo estoy de acuerdo con el artículo. No todo el mundo entiende los lemas positivos o no los sabe interpretar y transmitir realismo a los chavales no es malo, ni incompatible con soñar. Estoy de acuerdo con el autor en que parece que la sociedad actual se queda más con el optimismo que con el realismo. Y que lo importante es lo que somos no lo que conseguimos.
Siempre es bueno saber tener un término medio . Vivir soñando demasiado es ilusorio claro… Pero vivir sin tener sueños .. es triste. Gracias por esta web; Es bien necesaria.
Yo estoy de acuerdo con Marta Sanchez. Solo me gustó la última parte del artículo. A mí si me han funcionado y me siguen funcionando esas cortas frases motivacionales y no me han generado ningún tipo de frustración. Creo que el artículo está basado en una opinión muy personal del autor sin investigación previa.
Saludos