Miguel Ángel León Brázquez. Abro la ventana y entra el agradable frescor y aroma a primavera costera. Un día perfecto para disfrutar de Lisboa, aunque para mí hoy es imposible porque ¡hay que trabajar!
Como cada mañana, cojo el metro dirección al Altice Arena en el Campo de las Naciones. El Altice Arena es el antiguo Pabellón Atlántico que se construyó como motivo de la Expo Lisboa en 1998. Actualmente es un lugar donde se celebran conciertos, ferias, exposiciones y otros eventos.
El entorno es espectacular. Han sabido aprovechar los edificios y espacios para hacer un gran lugar de ocio moderno y acogedor muy frecuentado por lisboetas.
Pasamos al Press Center y nos ponemos, como cada día, a visionar los ensayos de la primera mitad de la segunda semifinal.
Las apuestas fluctúan. España empieza a caer, ya que comienzan a subir algunos países que acaban de ensayar. Algo normal, ya que España aún no ha hecho ningún tipo de ensayo, por lo que no podemos ni opinar ni apostar.
¡Esto está que arde! ¡Algunas favoritas empiezan a caer! Un directo puede «tumbar» a un país en 3 minutos. Eurovisión es así: sorpresa tras sorpresa.
Ya van despuntando algunos países que estaban en la sombra, como es el caso de Chipre (una Beyoncé europea con ganas de alzarse con el triunfo). Aún así, el ‘trono’ lo lidera, desde el principio, Israel, a ver cuánto tiempo le dura…
Nada de esto nos puede influir, ya que tenemos la experiencia de otros años donde hay algún país en la retaguardia que termina consiguiendo el ansiado ‘Micrófono de cristal’.
Las apuestas hoy están así:
1. Israel
2. Francia
3. Noruega
4. República Checa
5. Bulgaria
6. Estonia
7. Australia
8. Suecia
9. Chipre
10. Italia
11. España
Como podemos comprobar, ni Italia ni España (que pertenecen a la ‘Big five’, o sea, que tienen un puesto seguro en la final) han ensayado y están en los primeros puestos, lo que significa que los apostadores europeos confían en ellos. ¿Defraudarán? El próximo viernes saldremos de dudas.
¡Hasta mañana!