Redacción. La invención de la imprenta en 1440 provocó una revolución en Europa facilitando la transmisión de ideas a lo largo y ancho del continente. El número de imprentas establecidas en diferentes países era un buen indicador del nivel de desarrollo cultural. Con la reciente revolución de las telecomunicaciones la imprenta lucha ahora por continuar evolucionando y ofrecer productos novedosos y útiles para la sociedad.
Hasta la invención de la imprenta de tipos móviles, la técnica de impresión vigente desde la Baja Edad Media era la xilografía, una técnica originaria de China que consistía en aplicar planchas de madera grabadas. Llegó a Europa hacia el siglo XIII, aunque en oriente se utilizaba desde el siglo II. Esta técnica primitiva era muy costosa porque implicaba un trabajo meticuloso de artesanía sobre la madera. Por otra parte las planchas de madera se gastaban rápidamente, por lo que permitían un número limitado de copias.
La mayoría de los libros se copiaban manualmente, trabajo típico de los monjes amanuenses y que en la actualidad son consideradas obras artísticas de mucho valor por el carácter personal transferido a la copia en forma de ilustraciones, normalmente, fruto de la interpretación de los textos.
Hasta la llegada de la imprenta de Gutenberg poseer un libro era algo inusitado y absolutamente extraordinario fuera de los monasterios. Gutenberg era un herrero alemán conocedor de las técnicas de fundición, lo que le sirvió para aplicar dichas técnicas a la creación de los tipos móviles, que son las piezas metálicas que contienen los caracteres de las imprentas, y que se aplican al papel entintadas para imprimir palabras y están hechos normalmente de una aleación de cobre y plomo.
Gutenberg se basó en una prensa de uvas para vino que adaptó para instalar sus tipos móviles. La gran ventaja de este sistema frente a la xilografía era que los tipos móviles se podían sustituir e intercambiar, en lugar de tener que crear una tabla nueva completa cuando ésta se dañaba o tenía errores. La imprenta de tipos móviles consiguió reducir enormemente el tiempo y coste de las impresiones y crear una nueva forma de negocio llamada a expandirse por todo el mundo, lo que conllevó asimismo a mayor variedad de las temáticas de impresión.
En un principio fueron maestros italianos y alemanes los principales difusores de la imprenta. Pronto, hacia el siglo XVI, los franceses se harían maestros de la tipografía, una disciplina en constante desarrollo que gracias a la tecnología digital ha conocido una nueva edad dorada.
Pero no fue hasta la revolución industrial que la imprenta conoció cambios notables en su tecnología inicial. Uno de estos cambios fue la invención de la impresión offset (ófset), que logró una enorme mejora de la calidad de las impresiones sobre papeles con diferentes texturas. Se consiguió gracias a que la plancha impregnada de tinta no se aplica directamente sobre el papel, sino a través de la “mantilla”, un cilindro de silicona. De esta manera las planchas tienen mayor durabilidad y la impresión es más definida.
Las virtudes de la impresión ófset le permiten seguir ofreciendo excelentes servicios de impresión hasta la actualidad por esa capacidad de imprimir en diversas superficies. De ahí que siga siendo uno de los sistemas más utilizados. La impresión offset permite imprimir sobre nuevos materiales como el papel de piedra, una especie de papel mineral, reciclable y ecológico que no necesita agua ni celulosa.
La impresión digital también es uno de los hitos en la evolución de la imprenta, y en la actualidad es el sistema más familiar para la mayoría de la gente porque es el sistema de las impresoras domésticas. En este caso los cabezales tampoco entran en contacto directo con el papel, sino que se lanza en forma de polvo y se funde con el papel. Esta forma de funcionar le impide su uso en algunos formatos, como el anteriormente mencionado papel de piedra, que no soporta altas temperaturas.
En la actualidad, tanto la impresión ófset como la digital están adaptados a los sistemas digitales para permitir la impresión de los diseños. Ambos presentan peculiaridades que los hacen más indicados para determinados proyectos.
La imprenta, pues, se ha adaptado convenientemente a los tiempos que corren, por lo que se le augura un buen futuro. Gracias a la continua innovación en cuanto a tintas ecológicas y técnicas de impresión, parece que se alinea con los valores sociales y las necesidades de la gente de poder tocar y sentir sus diseños fuera de las pantallas.