Una investigación, con participación del IAC, descubre los halos de las galaxias más grandes del Universo

iac galaxiasEuropa Press. Una investigación liderada por el Instituto de Astrofísica y Ciencias del Espacio de Lisboa, y con participación del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), prueba por primera vez la existencia de halos estelares individuales alrededor de galaxias masivas lejanas, demostrando que se formaron principalmente debido a la fusión con otras galaxias menores.

«Tenemos pruebas de que las galaxias elípticas se van fusionando con otras galaxias satélites pero es difícil asegurar que los procesos que han estado ocurriendo para que crezcan sus partes externas sean los mismos que suceden en las galaxias en disco», señala Fernando Buitrago, primer autor del artículo e investigador del Instituto de Astrofísica y Ciencias del Espacio (IA), en Lisboa.

El equipo de este astrofísico, compuesto por el científico del IAC Ignacio Trujillo entre otros miembros, decidieron investigar la naturaleza de las partes externas de una muestra de galaxias elípticas masivas de hace 6.200 millones de años.

Se valieron de la imagen más profunda del Universo, la Hubble Ultra Deep Field (HUDP), que recoge la luz visible (la que ven nuestros ojos) emitida por los cuerpos cósmicos hace unos 13.000 millones de años, y examinaron los halos de seis galaxias elípticas masivas. Estos halos son extremadamente débiles y muy complejos de observar incluso por los más grandes telescopios.

Con los detalles que proporciona la imagen, han podido, por primera vez, demostrar la existencia de un halo de estrellas alrededor de cada una de las galaxias elípticas masivas.

Además, en dicha muestra, las partes externas se formaron principalmente debido a la fusión con otras galaxias, tal y como ocurre en las galaxias en disco, informa el IAC en una nota.

«En nuestro trabajo pudimos observar el canibalismo galáctico en acción. Las galaxias más grandes estaban devorando a las más pequeñas a un ritmo particularmente elevado. Desde su formación, casi la mitad de las estrellas que vemos hoy en estas galaxias masivas se deben a la fusión con otras galaxias menores», apunta Trujillo.

Como una inmensa pelota de rugby. Al comparar la muestra con simulaciones matemáticas, basadas en el modelo actual de formación y evolución galáctica, vieron que coincidían muy bien y que podían derivar paralelismos.

«En las galaxias elípticas todas las estrellas forman un esferoide gigante, como una inmensa pelota de rugby, pero cuando usamos simulaciones con ordenador, pudimos rastrear el origen de cada una de sus partes y compararla con nuestra galaxia real», expone Buitrago, que añade también que con este método se identificó el proceso que originó el crecimiento de estas partes externas y se pudo explicar «cómo cambiaron su tamaño».

Los resultados del estudio, el más detallado hasta la fecha y publicado recientemente en ‘Monthly Notices of the Royal Astronomical Society’, contribuyen a comprender mejor cómo evolucionaron las galaxias más grandes del Universo.

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