Redacción. En 1977 se practicó la primera liposucción con fines estéticos, que consistió en la introducción de una aguja conectada a una bomba de vacío. Al mover la aguja se desprendía la grasa que yacía bajo la piel para ser aspirada. Esta técnica permitía además reincorporar la grasa extraída en el lugar deseado, con lo que se creó además la llamada lipoescultura. Muchos han sido los avances dentro de lo englobado por la liposucción. A la clásica aguja se sumaron los ultrasonidos y el láser.
En Clínica Vega nos explican brevemente una de las técnicas más avanzadas de este tipo de intervención. Consiste en el uso del láser con el fin de provocar la destrucción de las células de grasa (adipocitos). El láser destruye la membrana de las células mediante pulsos muy breves de alta potencia, lo que provoca apoptosis o muerte celular. La grasa se elimina de forma natural o puede extraerse a través de microcánulas. Este método tiene la ventaja de ser mínimamente invasivo, y debido a su efecto sobre el colágeno tiene mejores resultados sobre la flacidez.
La energía del láser se administra mediante una cánula de fibra óptica de apenas unas micras de grosor. Al cabo de cinco días hay que realizar un drenaje linfático manual.
Esta técnica está especialmente indicada para pequeñas zonas difíciles de tratar con la liposucción tradicional y para casos de hiperhidrosis (producción de excesiva cantidad de sudor), lipomas (tumores benignos constituidos por la proliferación de tejido celular subcutáneo) y para el retensado de la piel.
España es el país de la Unión Europea donde más intervenciones de liposucción se practican y ésta representa actualmente la cirugía estética más demandada. Actualmente es el tratamiento más eficaz para el tratamiento de depósitos de grasa localizada, que permite perder peso de una manera muy rápida, en menos de dos días la persona puede reincorporarse a su rutina con algunas observaciones.
Para este procedimiento es imprescindible que el médico conozca el historial médico del paciente ya que existen algunas condiciones médicas incompatibles con la cirugía. También las mujeres embarazadas deberían abstenerse de involucrarse en este tratamiento, así como las personas con tendencia a padecer queloides. Los queloides son lesiones de la piel que se forman en lugar de cicatrices normales cuando una persona se produce una lesión cutánea. Éstos pueden en ocasiones causar complicaciones. Por tanto, siempre es necesario que el médico nos asesore correctamente a la hora de someternos a cualquier tratamiento.
La liposucción es una intervención quirúrgica segura, no obstante la proliferación de clínicas que no cumplen con todos los protocolos indicados provoca riesgos muy peligrosos para el paciente. Es vital informarse correctamente y ponerse en manos expertas para conseguir los resultados deseables sin correr riesgos innecesarios.