Soledad Rodríguez. La Navidad es una época del año en la que la ilusión llena los hogares españoles. Pero toda esta felicidad de reunir a familiares, hacer y recibir regalos y saltarse la dieta, conlleva una serie de gastos que suponen a la gran mayoría de las familias españolas, unos gastos muy difíciles de afrontar. Pero además de todo este esfuerzo extra, hay que tener en cuenta otro gasto a veces olvidado: el incremento en la factura de la luz.
Según los estudios realizados, durante la Navidad la mayor utilización de electrodomésticos como los sistemas de climatización, el lavavajillas o el horno, suponen un incremento de la factura de la luz de unos 18 euros de media más por hogar.
Además hay que tener en cuenta la utilización de elementos lumínicos, como las decoraciones del árbol o el belén pueden hacer que la factura se incremente, después de la Navidad, hasta los 35 euros más que cualquier otro mes del año. Estos aspectos harán que el gasto medio aproximado pueda alcanzar 1 kilovatio aproximadamente, cifra que sólo suele aparecer en otras fechas como el verano, debido a la utilización de aparatos de aire acondicionado y su elevado gasto de energía.
Por esto, determinadas empresas y organizaciones están lanzando una serie de recomendaciones que pueden ayudar a aliviar los gastos en luz en los hogares españoles.
En primer lugar se aconseja que los sistemas de calefacción se utilicen en horas determinadas y distanciadas entre sí para evitar su uso excesivo y desproporcionado a la hora de crear ambientes confortables. En este caso, el incremento de la temperatura también es un detalle a tener en cuenta, ya que elevar un grado la temperatura supone una subida del consumo entre el 6 y el 8%.
En lo que se refiere a la utilización de adornos navideños, empresas como ALG Sistemas recomiendan la instalación de iluminación LED, que reduce de manera considerable el gasto en luz y supone una inversión a mayor plazo que las bombillas tradicionales, gracias a su mayor vida útil.
Finalmente el uso de electrodomésticos, en estas fechas recurrentes para la preparación de grandes y copiosos banquetes, se recomienda hacerlo por las noches. Esto sucede porque la energía es algo más barata en la madrugada, hasta las 10 de las 10 de la mañana aproximadamente.