La relación paterno -filial se pone a prueba en ‘Los exámenes’

Escena de 'Los exámenes'.
Escena de ‘Los exámenes’.

Carlos Fernández / @karlos686. “Esta es mi opinión hoy y en este momento de mi vida”. Cristian Mungiu, ganador de una Palma de Oro en 2007 por 4 meses, 3 semanas, 2 días, ganó la mejor dirección en Cannes este año por la película que me dispongo a reseñar: Los exámenes. Película que oscila entre el estado sociopolítico de Rumanía, así como los dilemas morales que empujan al ser humano a saltarse las normas éticas cuando el destino está en peligro.

Romeo es un médico de 50 años que vive en un barrio marginal donde prima la delincuencia y su hija es ahora una afectada de la falta de seguridad en las calles cuando es atacada y a punto de ser violada un día antes de iniciar sus exámenes de Selectividad. A partir de aquí, Romeo, que ya he perdido sus aspiraciones personales, sus esperanzas, sus sueños y ha dejado hundir su matrimonio hasta acabar con él, decide establecer una paternidad de hierro en la que su hija, a la que adora y quiere, debe lograr superar los exámenes de selectividad para así irse a una universidad británica y huir de todo el horror que le rodea en ese país sin sitio para el éxito o la prosperidad.

El personaje de Romeo vive sus aspiraciones, a su edad, desde su hija, en otras palabras, si su hija aprueba los exámenes y se va a el extranjero no habrá fracasado en su vida. Es un personaje que sabe, con razón en cierto modo, que la juventud debe ser la que cambie todos los males que habitan en su país o en el mundo y ve que la educación, así como la seguridad, corren peligro en Rumanía. La vida personal de Romeo es un desastre pero él decide saltarse toda ley ética y moral para lograr ayudar a su hija a defenderse ante la injusticia que le ha sucedido.

Es una película sobre maridos y mujeres, sobre padres e hijas, sobre madres e hijas, sobre chanchullos secretos, sobre Maquiavelo (quien dijo que «el fin justifica los medios»). Los dilemas morales y los acontecimientos de enredo que giran en torno a los personajes se intensifican generando emociones, luchas y obstáculos a superar en un drama que muerde sin hacer daño con un guión absolutamente perfecto y una dirección maravillosa. Un ejemplo de cine social digno de verse, admirarse y estudiarse. Pero sobre todo de verse.

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