Antonia Cárdenas González. Palma de Mallorca es el destino de una cantidad infinita de turistas provenientes de los más lejanos rincones. A la gran afluencia nacional se une una importantísima demanda extranjera que dinamiza la isla durante todo el año. Y gran parte de culpa la tienen su excelente clima, sus imponentes arenales y la para nada desdeñable riqueza cultural y artística que atesora. A día de hoy existen numerosas combinaciones para acudir a este enclave balear, siendo una de las más comunes de contratar la de vuelo más hotel en Mallorca.
Algunas playas incluyen en sus itinerarios rutas de senderismo que posibilitan llegar hasta ellas. Ciertamente, todo el que va a Mallorca acaba gratamente sorprendido y con ganas de volver.
Citaremos algunas de entre las no pocas formaciones costeras de la isla:
· Playa de Palma: es una de las más extensas. Tiene cuatro mil seiscientos metros de arena blanca y finísima, y unas aguas eminentemente tranquilas. Uno tras otro, en cada año se va colgando la Bandera Azul.
El arenal está ubicado a catorce km del centro de Palma, y cuenta con absolutamente todos los servicios: buen acceso para minusválidos, aseos comunitarios, duchas, algunos chiringuitos y hasta teléfonos.
· Cala S”Almunia: situada en la localidad de Santanyí. Para alcanzar el agua, únicamente se puede hacer por la entrada desde las pequeñas casas de pescadores que allí se encuentran, o bien saltando desde una roca, opción evidentemente más comprometedora. Los amantes de los brincos no deben perder la oportunidad de saltar al agua desde su arco natural. Playa perfecta para practicar esnórquel. Llaman la atención el color de sus aguas (turquesa), y su claridad.
· Torrent de Pareis: en el año 2003 fue declarado Monumento Natural. Su demanda es mayor entre los meses de mayo y octubre. Si se aventura a la práctica de senderismo es aconsejable cierta preparación física, y sobre todo la contratación de un guía especializado en el terreno. Lo asombroso del lugar merece la pena sin duda.
· Playa de Es Trenc: ubicada en la localidad de Campos. Fue considerada como una de las diez mejores playas de nuestro país por los lectores de la prestigiosa revista de turismo y tecnología Skyscanner. Posee la fortaleza de tener el último arenal de considerables dimensiones de Mallorca que no ha perdido un ápice de encanto por el feroz fenómeno urbanístico, que tan ampliamente ha afectado al nivel de conservación de gran parte de los enclaves de litoral de España. Resalta el fondo de sus aguas transparentes.
