Europa Press. Fundación Telefónica ha puesto este fin de semana punto y final al I Concurso interescolar Desafío STEM sobre robótica y programación, con un viaje de los 19 estudiantes de ESO y Bachillerato ganadores del proyecto al Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) en Ginebra (Suiza).
Durante la visita, los alumnos han conocido de primera mano, junto al físico Javier Santaolalla, el trabajo de varios científicos nacionales e internacionales que actualmente desarrollan su actividad profesional en el centro o han participado en algunos de los descubrimientos a los que ha llegado esta organización europea fundada en 1954 y que, entre otros logros, ha hecho posible la confirmación de la existencia del bosón de Higgs, partícula elemental para explicar la formación del universo.
Los jóvenes de entre 15 y 17 años, junto a sus profesores, también han participado durante su estancia en una gincana por las calles de Ginebra para conocer la historia y los lugares más emblemáticos de la ciudad suiza, y han podido probar los sabores característicos de la gastronomía del país.
Así, con este viaje se culmina un plan nacional de formación para docentes y alumnos de 8 a 18 años, enfocado a fomentar las vocaciones. Dicho proyecto formativo se inserta en una dinámica de competición en la que a lo largo del pasado curso escolar, equipos formados por estudiantes y profesores trabajaron para ofrecer soluciones tecnológicas para problemas previamente identificados.
La primera edición de Desafío STEM se ha llevado a cabo a lo largo del curso escolar 2015/2016, y finalizó en junio, con la entrega de premios. En esta primera edición han participado 395 centros educativos de toda España, 1.862 profesores y 5.571 alumnos que, formando equipos, han presentado un total de 1.457 proyectos en las cuatro categorías en las que se dividía el concurso: Educación Digital, Internet de las Cosas, eHealth, e Industria Local.
Cuatro ganadores. Un total de 275 pasaron a la fase final, de la que salieron diez finalistas por categoría. Los ganadores fueron elegidos por un jurado experto formado, entre otros, por el cofundador de Arduino, David Cuartielles; la directora de Telefónica I+D, Nuria Oliver; o el responsable de formación del CERN, Mick Storr.
El ganador en la categoría de Educación Digital fue el proyecto denominado ‘Arpa Láser’, creado por los alumnos de 1° de Bachillerato del Colegio Calasancio Hispalense (Dos Hermanas, Sevilla), elaborada con materiales reciclados y un sintetizador que contiene una tabla de instrumentos. Cuando se interrumpen los haces de láser, se manda una señal al sintetizador reproduciendo el sonido de las arpas.
En la categoría de E-Health, el proyecto sevillano ‘Monitor de Ritmo Cardiaco’, desarrollado también por los alumnos de 1º de Bachillerato del Colegio Calasancio Hispalense resultó ganador al fabricar un monitor de latidos cardíacos y temperatura corporal vía wifi sin depender de ningún sistema operativo, el cual puede ser monitorizado por varios pacientes o por un paciente y varios cuidadores.
Por su parte, el ganador en la categoría de ‘Internet de las Cosas’, el proyecto denominado ‘Ludus Intelligens’, creado por alumnos de 4° de la ESO del Colegio Giovanni Antonio Farina (Azuqueca de Henares, Guadalajara), que consiste en un sistema construido con un microcontrolador de tipo Arduino que estudia los factores que afectan a los alumnos de una clase como la iluminación, la temperatura, la humedad, el ruido y el CO2. Los diferentes sensores van conectados a una placa que de forma periódica evalúa las señales procedentes de los mismos, hace el tratamiento necesario y los envía a través de Internet a un servicio de ‘feeds’ para parámetros físicos de este tipo ya existente en Internet y que permite su análisis posterior. La conexión se realiza a través de la red wifi del centro.
Por último, el reconocimiento en la categoría de ‘Industria Local’ recayó en el proyecto ‘IMIBOT’, ideado y creado por un grupo de estudiantes de 1° de Bachillerato del Colegio Calasancio Hispalense (Dos Hermanas, Sevilla). Se trata de un brazo humano que dispone de una gran cantidad de ejes (articulaciones) y que le permiten realizar todos los movimientos. Así, lo podrán utilizar aquellas empresas que manejen productos peligrosos, tóxicos, radiactivos, explosivos… sin que los trabajadores tengan que correr riesgos