@Jesús Rivilla
Doctor en Ciencias del Ejercicio. Profesor de Universidad (UPM)
Imagina que vas por la calle y encuentras un cartel gigante:
¡CENTRO MÉDICO LOW-COST! Tu primera operación por ….
¿Crees que alguien contrataría eso? Por supuesto que no, cuando se trata de jugarse la vida, el precio está por debajo de otros factores ¿verdad? Sin embargo, si se trata de ejercitarse, la calidad ya no parece lo más importante; la posibilidad de salir dañado se antoja mucho más improbable. No es así, las lesiones y el ejercicio (mal realizado) van de la mano.
Llevamos años infravalorando los riesgos del ejercicio, subestimando la importancia de un buen entrenador, obviando la necesidad de un profesional que prescriba, programe, evalúe y supervise el entrenamiento. La consecuencia de este zoo en el que se ha convertido el ámbito del entrenamiento-salud (mejor dicho: insano) es la normalización de conductas y comportamientos nocivos y altamente contraindicados:
⁃ Hemos convertido en normal bajarse una “rutina de ejercicios” de internet o coger un programa de una página de una revista para practicar por nuestra cuenta ¡Y RIESGO!
⁃ Hemos normalizado que una persona decida comenzar a correr sin realizar siquiera una consulta-evaluación inicial. Para ti, corredor aficionado en ciernes, puede que creas que para correr sólo hacen falta unas zapatillas pero estás equivocado ¡MUY EQUIVOCADO! Necesitas una evaluación inicial, una programación adecuada a tus características y un control y supervisión frecuente.
⁃ La mayoría de revistas, webs y medios que difunden programas de ejercicios no se molestan en advertir de los riesgos de la práctica no supervisada, de las limitaciones de un programa “genérico”, ni en promover la práctica bajo supervisión de un experto en ejercicio.
Ahora podría hablarte de los cientos de artículos científicos que constatan un elevado número de lesiones –muchas de ellas graves– por mala praxis pero… ¿son necesarios cientos de artículos para verificar que el ejercicio mal realizado genera lesiones?, ¿acaso no es de cajón que si te ejercitas incorrectamente tu cuerpo se debilita en lugar de fortalecerse? Sobre el papel y con preguntas cómo estás es raro encontrar personas que discrepen de un principio tan básico ¿verdad? Sin embargo, la industria del fitness, el deporte-salud, los medios, la sociedad en general e incluso muchos profesionales de la salud se pasan por el forro la “necesidad de que el ejercicio esté programado y supervisado por profesionales expertos en ejercicio”.
⁃ Gimnasios Low-Cost: macroinstalaciones con apenas un entrenador que supervise a los clientes
⁃ Máquinas expendedoras de “programas de ejercicio” o “tablas de gimnasio” como si fueran billetes de tren.
⁃ Monitores con escasa formación. En muchas ocasiones basta con que alguien lleve años haciendo tal o cual actividad para que lo consideremos “cualificado” para enseñarla ¿No deberíamos plantearnos – como sociedad – si se necesita algo más que experiencia deportiva para prescribir ejercicio?
⁃ Clases Virtuales: una persona imitando a una pantalla es un insulto a la relevancia de un buen entrenador. Un buen entrenador no es lo que hace sino cómo lo hace: cómo motiva, cómo analiza, cómo corrige, cómo adapta la sesión a cada persona/grupo,…
⁃ Oferta de servicios, suplementación y productos sin evidencia alguna que lo respalde
¿Hacia dónde coño va el sector? Perdona que me caliente pero este tema me enerva sobremanera: ver cada día como ajenos y propios del ámbito del ejercicio ningunean el enfoque profesional del entrenamiento, infravaloran los riesgos y sobrevaloran las modas, el último método del famoso de turno o la peor de las aberraciones: los retos tipo “cuanto más difícil, mejor”.
Por si hay dudas acerca del mensaje que intento transmitir, lo resumiré en una frase simple: EL EJERCICIO REQUIERE DE PRESCRIPCIÓN Y SUPERVISIÓN DE UN EXPERTO. Y no, lo importante no es moverte sino moverte bien; lo importante no es que hagas ejercicio, sino que lo hagas bien.
4 comentarios en «‘Gimnasio low-cost’, ‘Deporte barato’, ‘Clases virtuales’, ‘Ejercicio desde casa’, ‘Rutinas online’ y otras aberraciones para la salud»
Gracias, gracias y miles de gracias… por que llevo más de una década educando en ese sentido y últimamente viendo el panorama ya es demasiado alarmante. El artículo es altamente acertado porque apunta sobre las cualidades básicas que ha de reunir un correcto programa de ejercicio…y es a partir de esos principios dedicamos AÑOS DE CARRERA Y AÑOS DE DESARROLLO , PROFUNDIZANDO Y ANALIZANDO, todo buen profesional del ejercicio físico, para la exitosa programación y requiere además conocimientos en muy diversas ciencias. Espero q este artículo haga eco y podamps contwmpla algún cambio en la mentalidad de la sociedad.
Sin más, un saludo.
Creo que el artículo está bien para concienciar. Pero viendo el título pienso y la gente que tiene muy buenos conocimientos o acompaña el ejercicio con buenos conocimientos, esa gente que no hace ejercicio porque primero tiene que contratar un entrenador pagar…, pero y sino puede hacerlo porque tiene otras necesidades económicas y se ve forzado a hacerlo de esta manera; lo queramos o no los entrenamientos personales los hace gente que goza de una buena situación económica. Creo que estar bien fomentar la crítica de la gente en como hacer ejercicio y no hacerlo a la ligera pero también puedes confundir, a mi me confunde al menos y seguramente a más gente que pueda leer esto teniendo buena información.
Amigo Marcos, desde mi punto de vista lo que aboga este artículo es a la necesidad de una regulación profesional urgente, a que no cualquier persona pueda prescribir ejercicio sin la formación pertinente, a que un campeón olímpico no tiene por que saber como debe entrenarse ni que el más fuerte del gimnasio sepa mas que el monitor enclenque y a que actividad física no siempre es salud. Cada día vemos más instalaciones deportivas masificadas con un mero monitor para cientos de personas, y lo peor de todo, es que ese monitor quizás tenga solo el titulo (no oficial y de dudosa validez) de zumba o pilates, pero no obstante lo veamos ejerciendo en otras múltiples funciones para la cual no esta preparado, dando recetas preestablecidas sin tener en cuenta individualidades, posibles patologías, objetivos específicos, ni patrones de carga/recuperación adecuados… vamos que lo que observamos es «leña al mono que es de goma», los que aguanten, perfecto, quizás mejoren, pero ¿y los que no? Yo sé lo que harán, irán a un especialista cualificado a que los trate, ya sea fisioterapeutas o médicos y no seguramente al charcutería de la carnicería del barrio. Un saludo
Tal cual. Con la tecnología parece que vale todo. El tema no es una lesión, sino la vida. De todas maneras, se debe insistir en el mensaje, aunque la educación cada vez importe menos. Abran ojos, orejas, y sentido común. No todo es negocio..