‘Café Society’, una historia sobre la irracionalidad del amor y sus contrincantes

Una escena de 'Café Society'.
Una escena de ‘Café Society’.

Carlos Fernádez / @karlos686. “Esta es mi opinión hoy y en este momento de mi vida”. Vuelve puntual a la cita Woody Allen y lo hace de malas formas. Nos trae una comedia romántica, bastante dramática y pesimista. Woody Allen, personificado en Jesse Eisenberg (actor protagonista), nos cuenta la historia de un joven que va a buscarse la vida a Hollywood y se ve envuelto en un triángulo amoroso bastante complejo. Todo ello envuelto en una fotografía preciosista que, pese a recordar continuamente a un anuncio de Jack Daniels o Channel, es de lo mejor de la película. En mi opinión, la ambientación del Hollywood de los años 30 está forzando una nostalgia que no resulta divertida o interesante, siendo generales. Café society es un entretenimiento que trata de distraerte continuamente de la historia de amor principal con historias secundarias que parecen capricho del gran director.

La película tiene una historia de amor igual en un 90% a la de Delitos y faltas (1989), en la que el dinero y la superficialidad triunfa mientras el amor se hunde en la depresión. ¿Es ésta la dura verdad del amor en los tiempos que corren? Puede que no siempre, pero para Woody Allen la vida no siempre sale como uno quiere, por mucho que los espectadores lo deseemos. Es una película absolutamente realista, natural y firme en lo que cuenta; una historia sobre la irracionalidad del amor y sus contrincantes que resultan triunfantes en estos tiempos tan poco románticos. No le quito sentido a la película pero sí es verdad que Woody Allen ya ha hecho Café society en forma de varios títulos de su carrera. Las obsesiones del director están colocadas estratégicamente en personajes que todos conocemos nada más apagarse las luces. En otras palabras, Café society me parece una película con un mensaje muy racional y realista pero sin una sola pizca de lava emocional.

Kristen Stewart está guapísima en su primer buen papel y Jesse Eisenberg (mejor actor que Stewart) no tiene un problema en su interpretación, sino en que su papel es más seco que el papel. Quien haya visto muchas pelis de Woody Allen y conozca sus obsesiones y temas se dará cuenta de que ésta no es ni Match point, Midnigh in París o Blue Jasmine (donde hay personajes increíbles acompañando historias interesantísimas más allá de las obsesiones neuróticas del director) Pese a todo, no se visiona mal, pero le falta sal a la historia (probablemente toda la que le ha sobrado de la ambientación). Espero que el gran Allen me vuelva a agarrar a la butaca como antaño.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *