Redacción. El Consejo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote acordó en pasados días conceder autorización y clasificación provisional para la ejecución de un nuevo proyecto de rehabilitación y cambio de uso a categoría de hotel emblemático. En este caso, se trata de un conocido inmueble del municipio de Teguise, el Palacio Ico, que se rehabilitará y convertirá en hotel con categoría emblemático, con filosofía rural, con 9 unidades y 34 plazas.
El hotel estará compuesto, según el proyecto, en planta baja por una entrada, una cafetería-comedor, una recepción, un aseo, cinco habitaciones con baño, una galería, una terraza, tres pasillos, una cocina, tres almacenes, un patio y un armario de instalaciones. La planta alta estará compuesta por cuatro habitaciones con baño, una galería y dos escaleras de acceso.
Este inmueble se encuentra integrado como elemento protegido dentro del Plan General de Ordenación del Municipio de Teguise e incluido en su catálogo arquitectónico municipal, como bien inmueble integrante del patrimonio histórico de la Comunidad Autónoma de Canarias. Al estar recogido como inmueble protegido, el área de Patrimonio del Cabildo de Lanzarote emitió informe el pasado 9 de junio en el que resolvió favorable la viabilidad del proyecto, condicionado a la supervisión técnica del inmueble y al cumplimiento de la normativa y articulado que le es de aplicación.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, tras el Consejo de Gobierno, afirmó que “la rehabilitación de este tipo de bienes patrimoniales y turísticos, y la mejora de los establecimientos turísticos que se está llevando a cabo en la isla en los últimos tiempos, es un factor indicativo del proceso de recuperación económica que comenzamos a vivir en Lanzarote”.
San Ginés, incidió también en la importancia de seguir trabajando en este tipo de estrategias que, “conforme a los informes jurídicos y técnicos emitidos, normativa establecida y planeamientos urbanísticos, podamos seguir apostando por este tipo de proyectos turísticos que redunden en la calidad y excelencia del destino, diversificando el producto, en este caso el relativo al turismo rural, como dinamizadores del empleo y generadores de tejido económico insular”.