Redacción. El Campus Antonio Machado de Baeza (Jaén) de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ha organizado, junto al Ayuntamiento y el Archivo Municipal de Baeza, la exposición Memoria social y cultural en la Baeza de Machado: prensa y documentos del momento, que estará abierta al público desde el lunes 25 de abril al 12 de mayo.
La vicerrectora del Campus Antonio Machado de Baeza, Yolanda de la Fuente, y la alcaldesa de Baeza, Lola Marín, inauguraron la muestra acompañadas por las responsables del Archivo Municipal de Baeza, María José Calvo, y de la Biblioteca del Campus de la UNIA, Josefa Funes.
Los organizadores de la exposición pretenden ofrecer una mirada desde un prisma diferente a lo hasta ahora expuesto y conocido sobre la etapa machadiana en Baeza, acercándose a zonas y aspectos de la localidad con los que Antonio Machado convivió, junto a esos lugares y personas que frecuentaba y que han sido abordados en otras muestras.
Desde esta perspectiva se abordarán aspectos como los edificios en los que vivió o frecuentó como el desaparecido Hotel Comercio, la famosa posada de la Alhóndiga, el Cuartel de San Andrés, el Casino de Artesanos, la rebotica de la farmacia del licenciado Almazán, o cafés como el Mercantil. Además se pretende ofrecer una breve imagen de cómo se encontraba la ciudad años antes de la llegada del poeta en 1912, mostrando el ambiente cultural, los personajes más relevantes de esos años, la prensa del momento y una visión general de la Baeza de principios de siglo; y la imagen de la ciudad durante los años en que Machado residió en ella.
Junto a la documentación gráfica y las actas de Cabildo del Ayuntamiento de Baeza (1912-1919), la exposición ofrecerá una amplia colección de revistas y periódicos, no solo los periódicos locales sino también los nacionales, políticos-reivindicativos, liberales o propagandistas de la época. Algunas de ellas leídas con toda probabilidad por Machado y que chocan radicalmente con la idea de la escasa inquietud cultural de la que tanto habló el poeta, ya que junto al analfabetismo y la superstición existían en Baeza publicaciones de un cierto nivel cultural; y además los propios compañeros de Antonio Machado eran en su mayoría catedráticos, expertos y doctores en su materia.