Carlos Fernández / @karlos686. “Esta es mi opinión hoy y en este momento de mi vida”. El cine fantástico ha explorado tantos caminos que, hoy día, podríamos decir que, en su mayoría, son obras comerciales cuyo único fin es hacer explotar la taquilla. Menos mal que aún quedan autores como Mateo Garrone (Gomorra) que son capaces de realizar una película como la que me dispongo a reseñar: El cuento de los cuentos. U
Una película tan magnética como ridícula, tan delirante como gore y tan hipnótica como barroca. La película, que pudo verse en Cannes y en la última edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, está basada en la obra de Giambattista Basile El cuento de los cuentos y en ella se recogen todos los grandes temas de cuentos fantásticos de todos los tiempos: obsesión por la juventud, brujas, ogros, princesas… pero también hay sexo, sangre, odio y amor.
La película de Garrone es muy controlada y planificada. Consigue fascinar, hipnotizar y maravillar los ojos con su prodigiosa dirección artística y banda sonora (del genialísimo Alexandre Desplat). Los temas son atemporales, las fábulas maravillosas y la película es un espectáculo cinéfilo imprescindible. Habla de tu vida o de la de tus conocidos y la convierte en un cuento: una madre posesiva, un mentiroso enamorado, un amigo, o hermano, fiel, un obseso del sexo, un ogro enamorado, una princesa que debe demostrar lo que vale, un padre ausente…
La mecánica de entrelazar los cuentos como una película de historias cruzadas la hace sugerente, aunque algo mareante pero, como ya dije, es una película muy planeada. Un absoluto prodigio cinematográfico, imprescindible y necesario.