Redacción. La infección crónica por VIH da lugar a un agotamiento del sistema inmune, un fenómeno caracterizado por la alteración en el funcionamiento de las llamadas células T. Estas células T agotadas muestran proteínas de inhibición en su superficie que podrían ser la clave para restaurar la función inmune. Andreas Meyerhans líder del Grupo de Biología de la Infección del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS) de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), dirige una investigación que busca establecer las condiciones en las que las señales negativas transmitidas por estas proteínas mejoran el tratamiento médico contra el VIH. Los resultados aparecen en un artículo publicado el 3 de diciembre en la revista PLOS Pathogens.
El sistema inmunitario humano está formado por una compleja red de reguladores positivos y negativos que coordinan la respuesta ante amenazas patógenas. Un individuo recién infectado por VIH desarrolla una respuesta inmune evitando la expansión del virus. A la vez, las llamadas células T reguladoras, mantienen la respuesta de las células T efectoras bajo control para evitar que estas células inmunitarias dañen los órganos y tejidos del individuo.
A medida que la infección avanza y se evidencia que el virus no será eliminado, muchas de las células T efectoras se “duermen” mediante un mecanismo llamado agotamiento. La vía PD-1/PD-L1 es uno de los componentes principales en el agotamiento de las células T, y el bloqueo ex vivo de esta vía comporta una respuesta mejorada de las células T que los investigadores esperan que suponga una mejora en el tratamiento. Puesto que la vía de comunicación celular PD-1/PD-L1 está presente tanto en las células efectoras como las reguladoras, el grupo del Dr. Meyerhans decidió investigar qué le ocurría al balance entre células efectoras y reguladoras al bloquearla.
Ya se han diseñado pruebas con anticuerpos anti-PD-L1 para combatir las infecciones crónicas del virus y también han empezado a usarse para atacar el cáncer. El trabajo del grupo de Meyerhans destapa un nuevo elemento a tener en cuenta: las células T reguladoras.
Cristina Peligero presentó este trabajo al 4º Congreso Europeo de Inmunología en Viena el pasado 7 de septiembre de 2015. Obtuvo el premio “EFIS-Biolegend Bright Sparks” por su excepcional presentación oral.