Redacción. Investigadores del grupo Sistemas Inteligentes de Acceso a la Información (SINAI) de la Universidad de Jaén (UJA) han diseñado una aplicación para tabletas que facilita el aprendizaje de habilidades comunicativas y la comunicación misma de personas con problemas en la adquisición del lenguaje. El sistema, denominado Pictogram, pretende mejorar las capacidades de estudiantes con autismo y trastornos comunicativos severos, supervisados por sus padres y terapeutas. La herramienta permite monitorizar los avances de cada usuario y archivarlos para contar con un seguimiento temporal de su actividad.
La herramienta Pictogram recoge los resultados del proyecto europeo FIRST (A Flexible Interactive Reading Support Tool), donde los expertos de la Universidad de Jaén han desarrollo de una plataforma web europea para permitir a personas autistas simplificar documentos y así mejorar su déficit en la comprensión. Los resultados de esta investigación se recogen en el artículo ‘Language technologies applied to document simplification for helping autistic people’ publicado en la revista Expert Systems with Applications.
El conocimiento derivado de este estudio incide en las novedades de Pictogram. Por un lado, en las ventajas de la comunicación, ya que facilita el proceso en el que el usuario expresa su mensaje. “Utilizamos una gramática que ya ha sido testada por nuestro grupo en el proyecto FIRST y que funciona de forma parecida a como lo hace nuestro cerebro, con ‘carpetas de significado’. Esto es, no se muestran al usuario todos los pictogramas, sólo los relativos a aquello a lo que quiere referirse. Así, si selecciona el símbolo de comer sólo salen imágenes de comida”, matiza a la Fundación Descubre uno de los responsables de la aplicación, Miguel Ángel García, de la Universidad de Jaén.
Con esta herramienta basada en tecnologías del lenguaje, se evitan los dobles sentidos, una de las dificultades de comunicación de los autistas. “Por ejemplo, con la palabra banco, para diferenciar un grupo de peces de una entidad financiera, sólo aparece un icono de la segunda acepción relacionada con la palabra dinero, para evitar confusiones”, explica.
Otra de las ventajas es la personalización del vocabulario de forma que cada usuario contará en su galería con aquellas palabras que utilice de forma frecuente y no otras. “Se adapta a la capacidad de comprensión de cada uno, ya que las personas con autismo muestran una gran variabilidad en sus habilidades de comunicación. En este sentido, los usuarios podrán personalizar la configuración según sus necesidades”, detalla.
Otra cualidad de Pictogram es que permite que tutores, padres, terapeutas y profesores se comuniquen con el niño del mismo modo que él se comunica con ellos. Así por ejemplo, un padre puede usar su propio teléfono móvil para preguntar al niño qué desea comer usando el mismo lenguaje basado en pictogramas definido específicamente para él.
Además de las ventajas en la comunicación, Pictogram aporta novedades en el método de aprendizaje, ya que permite monitorizar la evaluación del proceso de adquisición del lenguaje. Para ello, integra un sistema de evaluación y creación de ejercicios. “Todas las acciones del niño en la tablet las va viendo el terapeuta en tiempo real en su escritorio del ordenador. Así puede modificar el vocabulario que está manejando y hace un seguimiento de cómo reacciona el alumno, el tiempo que emplea en hacer los test o sus aciertos”, especifica.
Según apuntan los investigadores de la Universidad de Jaén, es la primera aplicación conectada a un panel de control. “En el escritorio del terapeuta aparecen gráficas de rendimiento que se van guardando en la nube. Esto resulta útil para comparar comportamientos y analizar si una terapia que ha funcionado con un alumno puede aplicarse a otro. Hasta el momento, no se pueden acometer estas comparativas, porque no se archivan los datos del historial de cada usuario”, reconoce García.
Del cuaderno a la tableta. Pictogram cuenta con dos soportes. El paciente interactúa con una tableta conectada vía web a un panel de control al que acceden padres y cuidadores desde su ordenador.
Hasta el momento, las personas con problemas de comunicación utilizan un cuaderno con fichas donde están representados objetos y acciones. Pictogram mejora no sólo el soporte de este método de comunicación analógico, por la tableta, sino que suma las funciones de aprendizaje, ya que implica un nuevo método de enseñanza. “La comunicación es la base del desarrollo de cualquier persona. Por eso hemos diseñado una herramienta para mejorarla y hacerla más didáctica y atractiva, con dispositivos que incorporan las tecnologías del lenguaje. El objetivo final es que los usuarios lleguen a comunicarse de forma verbal. Por eso, la aplicación también locuta la frase. Por ejemplo, no dice ‘yo comer manzana’, sino que formula la oración correctamente”, explica.
Terapeutas y científicos. La aplicación Pictogram recoge la herencia del proyecto europeo FIRST y ha supuesto una larga tarea de adecuación a las características de las personas autistas. Hasta llegar a obtener este dispositivo, los investigadores de la Universidad de Jaén primero seleccionaron unos 1.000 pictogramas por categoría de una base de datos de 15.000. Sobre esta base, los padres y terapeutas construyen el vocabulario de cada alumno.
Este trabajo colaborativo de científicos y cuidadores es otro de los puntos fuertes de Pictogram. “La hemos definido de forma conjunta con terapeutas con los que hemos realizado las pruebas de ensayo, como la asociación Juan Martos de Jaén o el gabinete Deletrea de Madrid, referencia nacional e internacional en tratamiento con personas autistas”, incide.
La aplicación, aún en fase piloto, verá la luz en breve con su comercialización a través de Yotta, spin off de la Universidad de Jaén.