Europa Press. Una decena de especies, incluida el hombre, podrían extinguirse en los próximos años, a consecuencia del cambio climático, según un informe de WWF Internacional que concluye que el planeta Tierra está experimentando un declive «muy rápido» de su biodiversidad.
Entre estas especies emblemáticas figuran el oso panda gigante, el orangután de Sumatra, el oso polar, el elefante africano, la ballena azul, la tortuga verde, los arrecifes de coral, los abejorros o la flor Edelweiss. De este modo, el informe de la WWF se centra en estas, pero alerta de que son muchas más las especies icónicas que sufren la amenaza directa del cambio climático, como tigres o rinocerontes.
En concreto, señala que el oso panda gigante, tiene una población de 1.864 individuos distribuidos en seis montañas de tres provincias de China y se enfrenta a diversas amenazas como el hecho de que el 99 por ciento de su dieta consiste en bambú que está en declive por la destrucción del hombre. También se enfrenta a la fragmentación de su habitat por parte del hombre y la incidencia de este en su ecosistema, por la agricultura, o para construir infraestructuras como carreteras así como por el aumento del turismo de masas en el país asiático.
El organgután de Sumatra, por su parte, se enfrenta a una destrucción y fragmentación de su hábitat, que es su mayor amenaza, especialmente por la tala ilegal de los bosques donde habita para la construcción de carreteras, minas y para cultivos de aceite de palma, así como por el aumento del conflicto con los humanos por las frutas del bosque y por el tráfico ilegal de las crías como mascotas.
Mientras, el oso polar sufre el retroceso del hielo marino, que los lleva a tener que recorrer más distancia en busca de comida y por conflicto con el ser humano, al tiempo que la contaminación por sustancias como el mercurio en distintas especies de su cadena alimentaria provocan defectos congénitos en las crías y daños en su sistema nervioso.
El elefante africano, por su parte, está amenazado, especialmente, por su caza ilegal en busca de su preciado marfil, la pérdida de su hábitat en favor de terrenos agrícolas y de nuevas infraestructuras que, en consecuencia, está provocando un aumento de la conflictividad entre elefantes y humanos.
En cuanto a la ballena azul, según el informe de WWF, la contaminación química, los policlorobifenoles y otras sustancias que se acumulan en su organismo es uno de los principales riesgos, pero también el ruido sísmico provocado por los sonar militares y que afectan al sistema de comunicación de esta especie que es esencial para su reproducción, y la sobrepesca de otros pescados que le sirven de alimento.
La tortuga verde es otra de las especies marinas en las que la ONG pone su acento por su pesca accidental en las redes de pesca; su caza en busca de su carne o sus conchas, la contaminación marina y el desarrollo de las costas donde tradicionalmente ponían sus huevos.
Sin embargo, WWF advierte de que el hombre también puede verse avocado a la extinción por culpa del cambio climático, que aumenta las enfermedades infecciosas como la malaria, el cáncer o la tuberculosis, pero también por los desastres naturales que se multiplican con el calentamiento y que, a continuación elevan el riesgo de conflicto entre pares, provocando guerras, racismo y una distribución «injusta» de los bienes y la riqueza.
Ante la alarmante situación, la ONG, en el marco de su campaña ‘Ni un grado más, ni una especie menos’, insta a los países a adoptar medidas para luchar contra el cambio climático, a proteger los ecosistemas y luchar por la reducción de los gases de efecto invernadero y por establecer planes de gestión para las especies y los ecosistemas.