Europa Press. La NASA ha anunciado el lanzamiento, desde el Campo de Misiles de Arenas Blancas en Nuevo México (Estados Unidos), de CLASP (Chromospheric Lyman-Alpha SPectropolarimeter), un proyecto para estudiar el campo magnético de la cromosfera.
El proyecto medirá, por primera vez, la polarización de la radiación de la línea Lyman-alfa del hidrógeno en el Sol y se desarrollará a bordo de un cohete sonda de la NASA equipado con un telescopio ultravioleta, un espectrógrafo y un polarím.
Este experimento, motivado por una investigación teórica realizada en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), persigue explorar el campo magnético de la región de transición entre la cromosfera y la corona del Sol, una de las regiones más enigmáticas de la atmósfera solar. Así, entre otros interrogantes, los astrofísicos tratarán de obtener información que ayude a entender por qué en esta región la temperatura se dispara cientos de miles de grados en apenas 100 kilómetros y el plasma pasa de estar «parcialmente» a casi «totalmente» ionizado.
CLASP tendrá un tiempo de observación de cinco minutos para detectar las señales de polarización lineal. «La estimación del campo magnético en dicha región de transición del Sol se intentará lograr a través de la modelización teórica de la polarización observada, lo que requiere realizar simulaciones numéricas con súperordenadores del proceso de generación y transporte de radiación polarizada en modelos realistas de la atmósfera solar», señala el profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y uno de los cuatro investigadores principales de CLASP, Javier Trujillo Bueno.
El proyecto fue presentado a la NASA en 2012 por un equipo de investigación liderado por Estados Unidos, Japón, Francia y España y fue la única propuesta seleccionada, después de una competición internacional.
Por su parte, España participa con científicos del grupo de Física Solar del IAC, financiado por el proyecto nacional ‘Magnetismo Solar y Espectropolarimetría en Astrofísica’. Este grupo ha proporcionado, junto con investigadores del proyecto que ahora trabajan en la República Checa y en Suiza, la base teórica y las técnicas de diagnóstico de plasmas, necesarias para predecir e interpretar la polarización de la línea Lyman-alfa del hidrógeno.
Noruega también ha contribuido con modelos magneto-hidrodinámicos de la atmósfera solar; Japón ha proporcionado el telescopio y el polarímetro, utilizando la red de difracción facilitada por Francia; y Estados Unidos ha sido el responsable de la cámara CCD y del cohete sonda de la NASA.