Cambio, regeneración y política

José Mora Galiana. El día de la Feria del libro en Madrid, en El Retiro, la candidata de “Ahora Madrid”, Manuela Carmena firmó ejemplares de su libro Por qué las cosas pueden ser diferentes. Reflexiones de una jueza, publicado el año pasado. Hoy hay ya circulando 2.000 ejemplares de la cuarta edición. Algo se mueve en política hacia el cambio efectivo y la regeneración. Frente al pesimismo, ayer florecía la ilusión ciudadana.

Hoy, día 1 de junio, viene un artículo en El País (pág. 20) que se titula «Paradojas y lecciones del 24-M». Es de Javier Ayuso. Su análisis me parece acertado y sereno, pues no es fácil ser objetivo en estas cuestiones políticas en las que todos estamos condicionados por nuestra opción preferente. Hay, efectivamente, ganadores que pierden, hay una apuesta por el cambio de escenarios, hay un giro claramente social. La crisis y la corrupción castiga al bipartidismo, y en mayor medida al Gobierno; el debate (si se quiere constructivo) entre socialdemocracia e izquierda más radical, o entre democracia y oligarquía, todavía no ha producido sus frutos en los debates PSOE-Podemos; Podemos intenta reagrupar a las fuerzas emergentes que ha movilizado. IU –víctima en tales movidas de izquierda- tendrá dificultades en «levantar cabeza». Ciudadanos, la otra fuerza emergente, aunque al alza, dependerá de la reválida política de su propia opción (de centro social equilibrado, regeneracionista-conservadora-moderada, según parece).

El tema me ha traído al recuerdo el libro de Amando de Miguel y Roberto-Luciano Barbeito: El final de un siglo de pesimismo (1898-1998), sobre el estado de ánimo de los españoles, tema complejo sociológicamente hablando. Amando de Miguel, intelectual conservador, acaba de publicar El cambio que viene, en donde anticipa muchas de las cosas que ahora están sucediendo. Entonces, 1997/1998, el estado anímico desmoralizado era campo abonado para la resignación y el pesimismo respecto al porvenir de España. Ahora, sin embargo, resulta apasionante el nuevo espíritu de ilusión.

Decía Amando de Miguel, a vueltas con el “Pesimismo ante el futuro” asentado sobre la incapacidad de imaginar que lo que está por venir es más real que lo que ya pasó: “Una vez más, la percepción de Unamuno asombra por lo extravagante y atinada. ‘Para mí, la única realidad en el tiempo es el porvenir; es el único que siento con fuerza. Tengo el culto a lo que se está haciendo, a lo incompleto, a lo indeterminado, a lo germinal’ (Unamuno… 1902). La mentalidad tradicional suele considerar, al contrario, que sólo lo pasado es real, cuando, en rigor, es lo que definitivamente ya pasó, y por lo tanto ya no es”.

Me hubiera gustado encontrar en la Feria del libro unos ensayos del profesor alcalde Tierno Galván, con el fin de recalar en el pensamiento y la reflexión del maestro acerca de lo comunitario y la libertad. Pero me basta con lo que nos ha transmitido su hijo, de mi misma generación, hoy nuevo presidente del Ateneo de Madrid. Somos muchos los que estamos en el intento de lograr una regeneración ética y política. Él, doctor en Ciencias Físicas, que ejerció en el sector financiero y en el energético-petrolero, nos dice: “Aquellos que se mantengan fieles a los principios y a la ética en el comportamiento serán reconocidos, como lo fue mi padre”.

El libro de Carmena es una apuesta por el cambio personal que genera cambio social, en el que, además, hace una serie de reflexiones sobre la manera en que hay que hacer política.

Suerte, pues, y buen hacer en el triple intento de cambio, regeneración y nuevos modos de hacer política, que no sólo es el arte de evitar la guerra sino también el arte de convivir la Comunidad Humana en paz y bienestar social.

1 comentario en «Cambio, regeneración y política»

  1. Gracias por la publicación. Amando de Miguel no parece muy optimista sobre EL CAMBIO QUE VIENE, … pero viene.
    En estos momentos, ya es pasado la sociedad expansiva, quizás también la «estacionaria» y algo nuevo emerge que obliga al debate constructivo a partir de diagnósticos sobre la realidad.
    ¡Ánimo, pues, «a pesar de»!

    JMG

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