Cristina Pérez/Zaragoza. Aunque para muchos, la mayoría turistas, es una ‘iglesia’ lo cierto es que El Pilar es principalmente una basílica, nombre por el cual se la conoce, aunque también tiene la denominación de catedral, a pesar de que la catedral ‘oficial’ de la capital aragonesa es La Seo, ubicada muy cerca de El Pilar.
Esta construcción de culto cristiano se encuentra dentro del top ten de las más grandes del mundo, concretamente en noveno puesto. Un ranking en el que únicamente comparte presencia con otra construcción española, la Catedral de Sevilla (11.520 m2), que se encuentra el tercer puesto.
La actual Basílica de Nuestra Señora del Pilar (8.318 m2) tardó casi 300 años en construirse en su totalidad, dado que la última de sus cuatro torres fue levantada en el año 1961. Su construcción comenzó en 1681 al quedarse pequeño el antiguo edificio gótico – mudéjar tras el aumento de fieles que tuvo lugar el siglo XVII.
Fue el por aquél entonces Virrey de Aragón, Juan José de Austria, quien en 1660 ordenó la construcción de una basílica, la cual conserva, como no puede ser de otra forma, la columna que según la tradición fue puesta por la Virgen María, quien viviendo aún en Jerusalén, se apareció al apóstol Santiago el día 2 de enero del año 40. Sería entonces cuando la Virgen ordenó construir una pequeña capilla en este lugar, donde posteriormente se construyó una iglesia románica, otra mudéjar y finalmente el templo barroco que conocemos actualmente.
Los mantos de la Virgen
Al hilo de esta fecha, 2 de enero del año 40, explicamos uno de los aspectos más curiosos de la Virgen del Pilar en relación a su manto, y es que la Vírgen luce cada día del año un manto diferente excepto los días 2, 12 y 20 de cada mes, que se deja ver la talla y la columna de la misma.
¿Por qué? El 2, porque según la tradición la Virgen vino a Zaragoza el 2 de enero del año 40 d.C. El 12, porque la dedicación del templo fue un 12 de octubre. Y el 20, porque la coronación canónica de la Virgen del Pilar fue un 20 de mayo. Así pues, todos los 2, 12 y 20, excepto el 2 de enero, el 12 de octubre y el 20 de mayo se puede ver la columna, o más bien el forro de plata que la cubre. Además, la Basílica del Pilar alberga obras de grandes artistas, como los frescos pintados por Goya, que fueron restaurados en 2007.
Tradiciones y ‘milagros’
Muchos de los turistas que visitan El Pilar se extrañan de las medidas de la Virgen, ya que su talla en madera mide únicamente 39 centímetros. Es tradición para los creyentes que las personas, especialmente los niños, pasen por la columna que en su día mandaría construir la Virgen a besarla, motivo por el cual, tras el desgaste de tanto contacto y el paso de los años, la estructura ha pasado a tener una parte curva fruto de este acto.
Otras de las historias que rodean la Basílica del Pilar es el hecho de que durante la Guerra Civil Española, concretamente el 4 de agosto de 1936, un bombardero republicano lanzó cuatro bombas sobre El Pilar, una de las cuales cayó sobre el Ebro, otra sobre la plaza y las otras dos fueron a parar a la Basílica. Sin embargo, nunca explotaron y, de hecho, las dos que cayeron sobre El Pilar se exponen dentro de la Basílica en conmemoración al supuesto milagro que los creyentes atribuyen a este acto.