Redacción. El periodista onubense Juan Carlos León Brázquez ha conseguido que la escritora Concha Espina vuelva a su casa de Santander, con ocasión del centenario del Premio Fastenrath a la novelista cántabra. El periodista explicó en la conferencia inaugural de unas jornadas dedicadas a Concha Espina, que se interesó por ella cuando escuchó su voz pidiendo al Gobierno de la Segunda República que impidiera que la Compañía inglesa de Río Tinto esclavizara a sus trabajadores españoles.
A partir de ahí el periodista investigó sobre el viaje que la escritora cántabra hizo a las minas para gestar en Nerva la que fue una gran novela social, El metal de los muertos, que se publicó en 1920. Posteriormente recopiló todas las ediciones que se habían hecho sobre este libro e indagó sobre la censura que padeció con el franquismo. Todo ello dio lugar al libro publicado el pasado enero por la Asociación de la Prensa de Huelva, en la serie de Periodismo de Investigación, y que tituló Génesis de El metal de los muertos. El periodismo literario de una novela social.
Poco a poco fue profundizando en esta escritora hasta el punto de reunir la mayor colección del mundo de todas sus obras, de las que ha llevado a Santander 150 expuestas en el Palacio de Festivales de la capital cántabra, ampliando la que ya hizo en enero en Astorga (León) La Sociedad Cántabra de Escritores se interesó por la difusión que está dando León Brázquez a la vida y obra de Concha Espina, lo que apoyado por la Dirección General de la Mujer y varias Consejerías del Gobierno cántabro, se ha materializado en esta nueva exposición y en una conferencia, en la que volvió a desgranar la valentía y audacia de una escritora hoy olvidada por muchos, a pesar de marcar la literatura femenina española de la primera mitad del siglo XX. “No se entiende que la RAE haya olvidado este Centenario, en el que por primera vez se premió a una mujer, aseguró León Brázquez. La literatura española está en deuda con Concha Espina, la mujer que ganó todos los premios literarios de la época y que fue varias veces candidata al Premio Nobel”. Insistió el comisario de la exposición, en que los usos literarios, los temas y hasta el lenguaje han cambiado, “pero eso no quita para que autores con menos trascendencia y menos importantes conserven su hueco en la literatura, mientras que a esta pionera de la novela social, feminista y comprometida se le haya arrinconado sin ningún motivo, o quizás por el papel que desempeñó tras la guerra civil poniéndose al lado del franquismo y olvidando su anterior compromiso con los más débiles y necesitados, lo que no justifica ningunear su valor literario”.
Recordó León Brázquez cómo Concha Espina viajó hasta en tres ocasiones a América; cómo fue una pionera al subirse a un aeroplano en 1916; cómo se divorció con la República; cómo creó una ONG en su pueblo y cómo se abrió camino en un mundo dominado por literatos varones. Pero especialmente, el periodista onubense destacó cómo la escritora viajaba para documentarse y conocer los dramas sobre los que escribía. Lo hizo, en 1912, cuando fue a La Maragatería para denunciar la situación de los pueblos llenos de mujeres solas, al haber tenido que emigrar los hombres; o cuando, en 1917, se fue a vivir a Nerva, para conocer la tragedia de los mineros. De esos viajes salió La Esfinge Maragata y El metal de los muertos, considerados los dos libros más intensos e importantes en la extensa obra de la escritora montañesa.
Ahora, León Brázquez se ha presentado en el Palacio de Exposiciones para llevar estos libros, junto a La niña de Luzmela y Un Valle en el Mar, para que sus paisanos recorran un periplo vital dedicado a la literatura. La exposición estará en Santander hasta el 26 de mayo, coincidiendo las fechas con el 60 aniversario de su muerte, por lo que se le hará un homenaje y una ofrenda floral en el enorme monumento, que desde 1927 adorna el Paseo Pereda de Santander.
En declaraciones a España Buenas Noticias, el periodista afirmó que “ojalá en 2017 Huelva tenga interés en homenajearla por aquel viaje que hiciera para escribir El metal de los muertos, en unos tiempos muy convulsos y difíciles. No debemos olvidar –apostilla- que de aquel viaje salió una enorme novela social que la dio a conocer en todo el mundo y que la hizo candidata al Premio Nobel. Aquel metal de los muertos supuso un grito de rebeldía contra la explotación inglesa de las minas del río Tinto y llevó al primer plano todo el problema de nuestros mineros. Sería un gran acto de justicia que el mundo obrero y la ciudadanía onubense en general recordara a quien ha escrito la más importante novela sobre asuntos onubenses”
