Redacción. Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una red dedicada a la trata de mujeres rumanas para su explotación sexual en un club de alterne de la provincia de Albacete. Obligaban a las jóvenes a ejercer la prostitución, doblegando su voluntad mediante todo tipo de agresiones físicas y sin remuneración por sus servicios. El grupo también se dedicaba al tráfico de estupefacientes y utilizaban a las mujeres como ‘camellos’, que transportaban la droga en el interior de la vagina para evitar su interceptación. La operación se ha saldado con la detención de seis miembros del clan y la liberación de siete jóvenes, así como del bebé de una de ellas.
La investigación se inició el pasado mes de octubre en Rumanía con la presentación de varias denuncias ante las autoridades de dicho país por mujeres que, según sus propias declaraciones, habían sido engañadas para venir a España a trabajar, siendo posteriormente obligadas a ejercer la prostitución. Entre las denunciantes se encontraba una mujer que aseguraba que había podido hablar con su hija, que se encontraba en ese momento retenida junto con su bebé de seis meses en un club de alterne de Tarazona de la Mancha, en la provincia de Albacete.
Las autoridades rumanas, a través de su Agregaduría de Interior en España, puso los hechos en conocimiento de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Policía Nacional española, iniciándose las investigaciones de forma inmediata. La rápida intervención de la Policía permitió localizar y liberar a la mujer retenida, así como a su bebé, una niña de seis meses, que fueron derivadas a los servicios de protección correspondientes para posteriormente regresar a su país de origen. Las posteriores gestiones permitieron a los agentes comprobar la existencia de un clan, compuesto en su mayoría por ciudadanos rumanos.
Esta organización captaba a las mujeres mediante distintos engaños tanto en Rumanía como en España. En su país les prometían un trabajo en el sector de la limpieza o en las labores del campo. Las víctimas captadas en España eran mujeres, también de nacionalidad rumana, que ya se encontraban ejerciendo la prostitución y a las que mentían ofreciéndoles la posibilidad de trabajar en un gran club de alterne, con mucha y distinguida clientela y en el que podrían obtener enormes beneficios.
Una vez que aceptaban, todas ellas eran trasladadas por los miembros del clan hasta la provincia de Albacete, a una nave agrícola situada en medio de plantaciones y habilitada como club de alterne, donde eran obligadas a ejercer la prostitución sin recibir a cambio ningún tipo de remuneración y en pésimas condiciones de higiene y salubridad, sin calefacción y sin agua caliente.
Si alguna de las chicas se negaba a obedecer las órdenes de los miembros del clan, eran agredidas físicamente hasta lograr doblegar por completo su voluntad. Incluso alguna de ellas manifestó haber sido forzada a mantener relaciones sexuales con el líder de dicho grupo mediante el uso de la violencia.
Tráfico de drogas. El grupo, que también se dedicaba paralelamente al tráfico de estupefacientes, utilizaba a las víctimas como “camellos”, obligándolas a trasladar las sustancias en el interior de la vagina, con la finalidad de que en un posible control efectuado por la Policía, no pudieran localizarlas.
Con toda la información obtenida, los agentes establecieron un dispositivo que ha culminado con la detención de seis de los seis miembros de la organización, cinco de ellos de nacionalidad rumana y el sexto de nacionalidad polaca. La Policía Nacional procedió al registro de la nave utilizada como prostíbulo, interviniendo varias armas blancas, numerosos dispositivos electrónicos y terminales móviles de última generación, así como diversa documentación personal de las víctimas, material que está siendo analizado por agentes expertos en la materia. También se localizaron sustancias estupefacientes y diversos útiles para su corte y posterior reparto en pequeñas dosis para su venta.