Redacción. La Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria se constituirá y comenzará a operar el miércoles, 1 de abril, con el objetivo de contribuir a mejorar continuamente la seguridad del transporte en tren. El nuevo organismo estará adscrito al Ministerio de Fomento, tendrá sede en Madrid y será presidido por el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño.
La constitución de la Agencia de Seguridad Ferroviaria es fruto de lo establecido en la legislación europea sobre la materia y se enmarca en la reforma estructural que el Gobierno está llevando a cabo en el sector ferroviario español, que culminará con la próxima apertura a la competencia del transporte en tren, actualmente monopolio de Renfe.
La agencia «ejercerá las funciones de autoridad responsable de la seguridad ferroviaria», según sus estatutos. Su objetivo es la detección, análisis y evaluación de los riesgos de seguridad en el ferrocarril, y la ordenación, inspección y supervisión de la seguridad de todos los elementos del sistema ferroviario, desde las vías hasta los trenes y el sistema operativo.
Así, sus competencias son velar por la seguridad, homologar y autorizar la utilización de trenes y sistemas ferroviarios; conceder y revocar licencias ferroviarias a los nuevos operadores y título de conducción a maquinistas. También se encargará de desarrollar normas y leyes sobre seguridad, y de imponer las sanciones que correspondan.Para desarrollar esta actividad, la Agencia de Seguridad Ferroviaria, además del presidente, contará con un Consejo Rector, con una comisión de control y con un director general que será quien ostente las funciones ejecutivas.
El Consejo Rector contará con ocho vocales, cuatro de ellos nombrados por el Ministerio de Fomento, otros dos por el Ministerio de Hacienda, uno por el Ministerio de Economía y otro por el Ministerio de Industria.Este organismo designará al director general de la Agencia, a propuesta del presidente y entre titulados superiores, «atendiendo a criterios de competencia profesional y experiencia».
Financiación. En cuanto a su financiación, la Agencia de Seguridad Ferroviaria no podrá endeudarse, salvo casos de desfases de tesorería, con lo que se costeará con la correspondiente transferencia que le asignen los Presupuestos, con fondos europeos, las multas que cobre por sanción, las tasas por servicios, o la venta de bienes de su patrimonio.
La constitución el miércoles de esta agencia supondrá la supresión de la actual Dirección General de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento, el organismo que hasta ahora tenía asignadas las funciones que subrogará la nueva institución.
La nueva Agencia de Seguridad subrogará también todo el personal de la actual Dirección General adscrita a las materias y funciones que hereda. El resto de la plantilla se asignarán a Adif y a Adif Alta Velocidad.