Redacción. Tras perderse la primera carrera de la temporada por consejo médico, Fernando Alonso, ya recuperado de la conmoción cerebral derivada del accidente que sufrió en los entrenamientos hace varias semanas, volverá a pilotar su MP4-30 si pasa la evaluación médica de la FIA.
Si todo va bien, el asturiano no faltará al Gran Premio de Malasia que se celebra este último fin de semana de marzo en el Circuito Internacional de Sepang. Según informa McLaren en un comunicado, «desde su accidente en Barcelona, Fernando ha seguido un programa riguroso, un entrenamiento especializado, diseñado y supervisado de cerca por los principales expertos del deporte, para garantizar su regreso seguro y oportuno a las carreras«.
«La semana pasada, en el Centro Tecnológico de McLaren, Fernando se reunió con sus ingenieros y condujo el simulador, para ponerse al tanto de los últimos cambios en la unidad chasis MP4-30», ha explicado el equipo.
Asimismo, McLaren ha instalado en el monoplaza un sensor adicional, para incrementar la recogida de datos después del accidente del piloto español.
