Redacción / Europa Press. Madrid ha acogido este 17 de marzo una rueda de prensa para dar a conocer los resultados de la segunda fase de las investigaciones llevadas a cabo en la iglesia del convento de las Trinitarias a fin de localizar los restos del poeta Miguel de Cervantes.
Según ha informado el doctor Francisco Etxeverría existen muchas posibilidades de que los huesos hallados sean del ‘manco de Lepanto’. Éste ha afirmado que es «posible» que algunos de los restos sean del autor de El Quijote, «a la vista de toda la información generada en el caso del carácter histórico, arqueológico y antropológico».
«Es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción (de huesos) localizada en el suelo de la cripta de la actual iglesia de las Trinitarias se encuentran algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes«, explicó Etxeberría.
Opinión experta. Por otro lado, la arqueóloga de la Unidad de Paleoantropologia del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), Marina Lozano, ha explicado que los huesos pueden determinar la edad, el sexo y las patologías que ha sufrido un fallecido, por lo que no es necesario el ADN para tener «un resultado bastante acertado» ante una investigación, como la llevada a cabo con los restos del escritor Miguel de Cervantes.
Como experta trabajando con cuerpos con mucha antigüedad, en los que no hay rastros genéticos, Lozano ha indicado que los trabajadores que estudian los restos de Cervantes se habrán centrado en confirmar «los datos que se conocen» del escritor. Es decir, «se centran en determinar si los restos son de hombre, si coinciden con la edad de su muerte y si tiene evidencias de patologías asociadas con la edad y a las heridas que se supone que tenía el escritor«.
La arqueóloga ha explicado que desde el punto de vista de establecer el sexo, «si se tiene estudios de ADN se puede asegurar al 100 por cien», pero, «desde la morfología, si se encuentra la pelvis y el cráneo, el resultado es bastante fiable aunque no se tenga ADN«.
«También la edad. Se puede ver a través del desgaste dental, suturas craneales o indicios en la pelvis», ha señalado. En este sentido, ha apuntado que «hay un margen de error, pero los datos son bastante acertados», al igual que con el análisis de las patologías que «se quedan reflejadas en huesos o dientes».
Lozano ha indicado que «la parte que más información da es la pelvis», sobre todo para el sexo, porque es donde existe «mayor diferencia entre hombres y mujeres», al igual que el «cráneo». «La pelvis y el cráneo para el sexo y la edad son lo idóneo, aunque, por ejemplo, las costillas también pueden aportar información», ha declarado.
Del mismo modo, existen «otros indicadores» para realizar estas averiguaciones. «Hay muchos estudios hechos en los que se mide longitud de los huesos largos del cuerpo y hay tablas y baremos en los que se puede saber si corresponde a un hombre o mujer o puede decir cuál era la altura del fallecido», ha concluido.