Redacción. Diferentes asociaciones de vecinos de Villena han decidido poner el pasado fin de semana su granito de arena, o de cal en este caso, con el fin de encalar las fachadas del casco antiguo para que la ciudad vista sus mejores galas durante las Fiestas del Medievo, que congregan cada año alrededor de 60.000 personas.
En poco más de dos semanas, Villena, sus gentes y sus visitantes harán un viaje hacia la Edad Media, una fiesta que los villenenses viven por todo lo alto ya que más de 1.000 de ellos se atavían como personajes de la época: caballeros, juglares, malabaristas, entre otros.
Por cuarto año consecutivo, la Asociación de Vecinos del Rabal, junto a la asociación del barrio de San Antón, se vuelcan en ayudar al municipio. Para ello, los voluntarios, unos cuarenta, prestan su ayuda para encalar durante el fin de semana las calles del casco antiguo, especialmente los alrededores del castillo de la Atalaya.
Los voluntarios se reúnen el sábado a primera hora para desayunar y coger fuerzas para la jornada. Más tarde se distribuyen por las diferentes calles del casco antiguo y comienzan a encalar las fachadas. La Concejalía del Casco Histórico del Ayuntamiento de Villena se suma al proyecto y es quien se encarga de proveer del material necesario a los voluntarios.
Pepe Cabanes, representante de la asociación de vecinos del Rabal, mostró su satisfacción por el éxito de esta la edición, la más participativa hasta el momento, e indicó que “cuando llegan las fiestas del Medievo, motivo por el que se hace esta actividad, pasan miles de personas por aquí y la gente se queda encantada. Las calles que sufren dejadez dan una mala sensación; al encalarlas, se produce el efecto contrario, invitan a pasear por ellas”.