La Policía desmantela una organización dedicada a la explotación sexual en clubes de Alicante

Rueda de prensa de la Policía Nacional. / Foto: Europa Press.
Rueda de prensa de la Policía Nacional. / Foto: Europa Press.
Rueda de prensa de la Policía Nacional. / Foto: Europa Press.

Europa Press. La Policía Nacional, en colaboración con la Policía rumana, la Unidad de Cooperación Judicial de la Unión Europea (Eurojust) y Europol, han desarticulado en Alicante una organización que explotó sexualmente desde 2005 a unas 300 mujeres.

Los miembros de la red captaban a las chicas cuando eran menores en Rumanía con falsas promesas de matrimonio o trabajo y cuando cumplían la mayoría de edad, las trasladaban a España para ser explotadas sexualmente. Además, muchas de ellas procedían de una ciudad, Micil, al noreste de Bucarest.

En la operación, que sigue abierta, han sido detenidas 10 personas en la provincia de Alicante y otras 12 en Rumanía y liberadas 27 mujeres, 14 en España y otras 13 en aquel país, que seguían obligadas a ejercer la prostitución en un club de la localidad de Calpe.  Asimismo, se han practicado seis registros domiciliarios en España y 17 en Rumanía y se ha clausurado «temporalmente» un concesionario de vehículos en Alicante «empleado para el blanqueo de los beneficios».

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha presentado en una comparecencia de prensa el operativo y ha aseverado que van a acabar «con esta forma de esclavitud del siglo XXI». Además, ha afirmado que «no son solo palabras, y como demuestra esta operación, son hechos».

La investigación arrancó en julio de 2013 por la denuncia de la familia de una de las víctimas en Rumanía. Las pesquisas identificaron a la chica en un club de Calpe y permitió establecer la conexión entre los miembros de la red en Alicante con otros asentados en Rumanía. Así, los agentes sacaron a la luz una organización que ha operado desde 2005, primero en el Reino Unido, y desde 2011 en la costa valenciana.

La Policía ha cifrado en 500 euros diarios el beneficio que obtenían de cada mujer y en unos 100 millones de euros las ganancias en los diez años en que han operado. Así, se han paralizado cuentas y se han incautado locales comerciales, pisos, material tecnológico y relojes de lujo, bienes que podrían superar el millón de euros, según ha afirmado Cosidó.

Las chicas soportaban jornadas de trabajo de hasta 12 horas y vivían en domicilios de la organización, controlados por las mismas personas, en algunos casos, las mujeres de los cabecillas que las explotaban sexualmente. Estaban sometidas a un «control férreo» y bajo una doble amenaza: por una parte, bajo el miedo a las represalias; y por otro, bajo las promesas de que se les entregaría dinero y viviendas.

Cosidó, que ha explicado el desarrollo de la operación, ha solicitado la colaboración ciudadana «para que nos ayuden en esta tarea» porque los agentes «solos no pueden». Así, ha remarcado que «cualquier información o sospecha que pueda tener un ciudadano en España sobre una situación de explotación sexual o trata de seres humanos que la ponga en conocimiento de la Policía».

Ha recordado que existe un número de teléfono para denunciar estos hechos, el 900 10 50 90, y «el correo electrónico ‘trata@policia.es’, aunque si quieren, que paren a cualquier policía en la calle le den la información» porque «vamos a utilizar toda la información que den los ciudadanos para acabar con esa forma de esclavitud en nuestro país».

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