25 abril 2024

España Buenas Noticias

Periódico digital de buenas noticias

Irene Villa: «Si mi caminar les sirve a otros, ¡todo el dolor está amortizado!»

Villa ha logrado varias medallas de oro y plata en esquí.

Villa ha logrado varias medallas de oro y plata en esquí.

Compártelo en las redes
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Irene Villa.
Irene Villa.

Ana Rodríguez. «Mi vida ha sido siempre una aventura» escribe Irene Villa en su página web. Ella es una mujer que no necesita presentaciones, que no encarna valores, sino que es un valor en sí misma. Los más jóvenes puede que no conozcan la historia de esta madrileña que en 1991, con sólo 12 años, fue víctima de un atentado de ETA que le arrebató las dos piernas, pero no las ganas de vivir.

De aquello hace ya mucho tiempo, un lapso en el que Irene se ha ganado a pulso que cuando la citen sea por sus cualidades como deportista, comunicadora, escritora y defensora de causas nobles y no por ser aquella niña, que además ya ha desaparecido, pero que indudablemente fue el caldo de cultivo de la gran mujer que Villa es hoy.

'Saber que se puede', uno de los libros publicados por Villa.
‘Saber que se puede’, uno de los libros publicados por Villa.

La capacidad de esta profesional es sorprendente, pues siempre ha logrado destacar en todo lo que se ha propuesto. Es licenciada en Comunicación Audiovisual, Humanidades y Psicología y lleva muchos años trabajando en los medios de comunicación (Hola, Telva, RNE, La Razón…), siendo especialmente destacado su papel como conductora del espacio ‘A quien corresponda’, en el programa La Linterna de la Cadena Cope.

Villa también es conferenciante y autora de los libros Saber que se puede, S.O.S. Víctima del terrorismo, Memorias de un fiscal -junto a Ignacio Gordillo- y Nunca es demasiado tarde, princesa, en los que ofrece su visión más personal y vitalista.

En su faceta deportiva, Irene es esquiadora alpina paralímpica, clasificada como LW12-2, y forma parte del Equipo de Competición Fundación También de Esquí Alpino Adaptado, el primero femenino de esta características que se creó en España. Su pasión por este deporte la ha llevado a ser campeona de la Copa España en la modalidad en silla, campeona de España de slalom y subcampeona de España en súper gigante y slalom gigante.

Villa ha logrado varias medallas de oro y plata en esquí.
Villa ha logrado varias medallas de oro y plata en esquí.

Su constante ejemplo de superación en tan variadas facetas le ha acarreado diversos reconocimientos, encontrándose entre los más recientes el Premio Fundación Miguel Ángel Blanco a la convivencia en 2008; el Premio Isabel Ferrer 2007; la Gran Cruz al Mérito Humanitario en 2005; o el Micrófono de plata por su libro Saber que se puede.

Pero la vida de Irene Villa no habría sido ésta si su valor no la hubiera empujado a hacer tantas cosas que, a veces, la razón le aconsejaba que abandonara. Una de ellas fue la operación a la que se sometió en Suecia y que fijó sus prótesis de manera permanente a su cuerpo introduciendo un tornillo de titanio que enclavaba el miembro artificial a su fémur. Un proceso doloroso, como ella misma relata en su espacio de Internet, pero que supuso un punto de inflexión en su trayectoria personal.

Preparando la 'Flor de Pascua'.
Preparando la ‘Flor Dulce de Navidad’.

Sus nuevas piernas la han dado más movilidad para seguir desplazándose allí donde la necesitan. En este sentido, Irene colabora con todas las asociaciones de víctimas del terrorismo, ONGs y todo tipo de entidades que defienden «a quienes ven su dignidad pisoteada o sufren la falta de libertad». Precisamente de este afán nació el pasado mes de diciembre la Fundación que lleva su nombre, así como el primer proyecto de ésta, la ‘Flor Dulce de Navidad’, un bollo elaborado por 40 personas con discapacidad de la Asociación Síndrome de Down del Principado de Asturias y la Asociación Alarde y con cuya venta han conseguido recaudar casi 7.000 euros para cubrir las necesidades de estas entidades.

La Fundación Irene Villa arrancó en diciembre de 2014.
La Fundación Irene Villa arrancó en diciembre de 2014.

Profesional, emprendedora, trabajadora… y dentro de poco, y por segunda vez, madre. Miles de facetas de una mujer increíble de las que la propia Irene Villa nos habla con más detalle:

– Irene, a finales de 2014 puso en marcha su fundación y su primer proyecto, la flor dulce de Navidad, fue todo un éxito. Hábleme de la entidad.
– Es una fundación que nace del agradecimiento y pretende ser motor para impulsar la integración de las personas con discapacidad física, intelectual y sensorial, -tampoco nos olvidamos de enfermedades raras- en la sociedad en diferentes aspectos como el deporte, la formación o el empleo. Queremos apoyar y dar visibilidad a la labor de otras ONG, y asesorar a empresas y particulares sobre las ventajas de incorporar a personas con discapacidad.

Villa forma parte del Equipo de Competición Fundación También de Esquí Alpino Adaptado.
Villa forma parte del Equipo de Competición Fundación También de Esquí Alpino Adaptado.

– Además de colaborar con diversas causas y su trabajo en medios de comunicación es usted deportista. ¿Por qué optó por el esquí y no por cualquier otro deporte?
– Por todo lo que me aporta: velocidad, adrenalina, compañerismo, viajes inolvidables, estampas increíbles…

– Actualmente está embarazada, pero cuando nazca su segundo hijo ¿se plantea volver al esquí?
– ¡Sí! Es un compromiso ¡además de una ilusión! Pero queremos seguir animando a otras mujeres con discapacidad a entrar en el mundo de la competición.

– Siempre ha dicho que su madre ha sido su gran soporte. ¿Qué conductas de ella imita usted ahora que también es madre?
– Intento que todas, con Carlos intento ser bastante inflexible, por su bien ya que tiene demasiada energía y a veces no bien canalizada, ¡apenas tiene dos años y medio! Le meto caña para que no llore ni sea consentido, siempre le estamos mandando cosas, para que queme toda la energía que tiene y de paso que aprenda a ayudar en casa y a obedecer. Quiero transmitirle los valores básicos: compromiso, esfuerzo, alegría, amor, deporte…

El 'Libroabrazo', el nuevo libro de Irene Villa.
El ‘Libroabrazo’, el nuevo libro de Irene Villa.

– Es madre, escritora, columnista, conferenciantes, deportista… ¿de dónde saca tiempo para todo? ¿Cómo se organiza?
– Ojala el día tuviera más horas, pero lo cierto es que tengo bastante ayuda de mi marido, familia… pero trato de ser estricta con la agenda y todo lo organizada que los imprevistos me dejan.

– Su novela Nunca es demasiado tarde, princesa ha tenido una gran acogida, ¿cree que es, en parte, porque la gente se ve refleja en ella?
– Sí, todos tenemos nuestra propia historia de superación, supongo que los episodios de dolor, violencia, drogas… más cerca o más lejos, pero a todos nos toca, y el que todos seamos capaces de dar la vuelta a una tragedia, de afrontar un revés y volver a empezar, también es algo que nos pasa y a veces no solo una vez en la vida. Es un libro de nuevas oportunidades, de empezar de cero si es preciso, hasta de resurgir de las cenizas. Casi en cada página hay un mensaje, pero quizá el principal es que de todo se sale y que además tenemos la posibilidad, incluso la obligación moral, de ser positivos, primero para ser felices y segundo para tratar de transmitir esa felicidad a los demás.

Portada de otra de sus publicaciones, 'Nunca es demasiado tarde, princesa'.
Portada de otra de sus publicaciones, ‘Nunca es demasiado tarde, princesa’.

– ¿Habrá nuevo libro?
– Acaba de salir el Libroabrazo y ya estoy trabajando en una nueva novela, también con historias duras, pero muy didácticas y gratificantes.

– En su web dice que tiene escritos varios guiones… ¿es alguno el de su vida? ¿Cuál es esa película que tiene «en mente»?
– De momento estoy volcada en el mundo editorial, lo de escribir un guión de película es un sueño que no descarto, pero aún está demasiado lejos y por ello la idea no está definida.

– Como psicóloga y conferenciante, usted desarrolla dos conceptos fundamentales que son el ‘no rendirse’ y la ‘psicología positiva’. ¿Cómo los suele explicar en sus conferencias?
– Trato de dar fundamentalmente un mensaje de paz, a pesar de haber sufrido la violencia, porque como decía Gandhi, «la persona que no está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero». Siempre lanzo otros muchos mensajes que invitaban a la reflexión y a fomentar los buenos pensamientos. También les cuento mi historia para decir que a veces no tenemos otra opción que ser fuertes.

Para esta madrileña las barreras no existen.
Para esta madrileña las barreras no existen.

– ¿Querer es siempre poder? ¿Cómo debemos enfrentarnos a los obstáculos?
– Siempre he pensado que si tú no las ves, las barreras desaparecen. Así de simple.

– Usted es considerada un ejemplo de superación, pero existen muchos casos de personas anónimas que también lo son. En este sentido… ¿con cuántas más como usted se ha encontrado?
– Muchísimas, desde deportistas paralímpicos, a víctimas de violencia por todo el mundo, a casos de dignidad humana en medio del dolor y la desesperación…

– Superó hace tiempo una dolorosa intervención para tener fijas las prótesis de las piernas, ¿qué le diría a las personas a las que el miedo al dolor (tanto físico como psicológico) las paraliza y les impide mejorar en la vida?
– Que la única derrota es el desaliento.

Irene junto a su marido, Juan Pablo Lauro.
Irene junto a su marido, Juan Pablo Lauro.

– En alguna ocasión ha dicho que probablemente, si tuviera piernas, no habría hecho muchas de las cosas que ha realizado. ¿Cree en el destino, en que todo esto tenía que pasarle para ‘salvar’, con su ejemplo, a otras personas?
– Por supuesto que todo pasa por algo y hemos de encontrar siempre lo positivo. En mi caso sí, poder ayudar, lanzar mensajes al mundo… si mi caminar les sirve a otros, ¡todo el dolor está amortizado!

– Cuando se entera de sucesos como el atentado de Charlie Hebdo en París, ¿qué se le pasa por la cabeza? ¿Cómo se puede luchar ante actos así desde la no violencia?
– Dolor e impotencia, pero no podemos contagiarnos de su odio, así que con mucha dignidad y una esperanza: el que la hace la paga, y me da igual de qué manera.

Con las medallas de oro y playa en esquí alpino.
Con las medallas de oro y playa en esquí alpino.

– ¿Qué le pide ahora a la vida?
– No perder jamás la esperanza, que es la base de todo, la forma más productiva de vivir es con ilusión, pero también con voluntad, esfuerzo, paciencia, disciplina, fe y, sobre todo, amor. Es vital aceptar lo ocurrido interiormente y creer, sentir y visualizar que saldremos adelante. Creo que la clave está en ver más posibilidades que limitaciones.

– ¿Cuál es su próximo reto?
– De momento nuevas ideas sobre las que escribir, pero también varios proyectos solidario, viajes y conferencias, y por supuesto acompañar a nuestro pequeño Carlos en su crecimiento y educación que requiere mucha dedicación, y deseando ver nacer a nuestro pequeño Pablo el próximo abril.

Muchas gracias Irene.

Compártelo en las redes
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter