Europa Press. La economía española avanzó un 1,4% en el conjunto de 2014, su primer repunte tras seis años sin crecimiento, después de que en el último trimestre del ejercicio subiera un 0,7%, dos décimas más de lo que lo hizo en el trimestre anterior, según el avance de datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa interanual, por su parte, se situó en el 2% en el cuarto trimestre de 2014, cuatro décimas más que en el trimestre anterior, acelerando la trayectoria de recuperación que inició en la segunda mitad de 2013.
El dato adelantado por Estadística para el conjunto de 2014 coincide con el avanzado por el Banco de España en su boletín del mes de diciembre y con el esperado por el Gobierno, pese a que su previsión oficial era crecer un 1,3%. Sin embargo, tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmaron recientemente que la cifra final estaría en el 1,4%.
La economía española regresó así a terreno positivo en 2014 después de contraerse un 1,2% en 2013, un 2,1% en 2012, un 0,6% en 2011 y un 3,6% en 2009. En 2010 no registró variación alguna, según la nueva serie de la Contabilidad Nacional en base 2010.
Aunque la tasa del conjunto del año (1,4%) era la esperada, la tasa trimestral e interanual adelantadas este 30 de enero por el INE para el cuarto trimestre de 2014 superan en una décima a las calculadas por el Banco de España, que en su boletín de diciembre apuntaba que el PIB creció un 0,6% entre octubre y diciembre del año pasado y un 1,9% en tasa interanual.
Estadística cree que el crecimiento fue superior y lo eleva al 0,7% en el trimestre y al 2% en tasa interanual. No obstante, los datos del INE para el cuarto trimestre de 2014 son aún provisionales y se conocerán a nivel desagregado el próximo 26 de febrero.
Con el repunte trimestral del PIB de octubre-diciembre de 2014 se encadenan ya seis trimestres de avances, mientras que la tasa interanual (2% en el cuarto trimestre) acumula cinco trimestres en positivo.
Fortalecimiento de la demanda interna. Según aseguraba el Banco de España en su último boletín económico, la aceleración de la tasa interanual del PIB en el cuarto trimestre de 2014 fue resultado de la «fortaleza» de la demanda interna privada, mientras que la demanda exterior neta mantuvo una contribución al PIB «ligeramente negativa».
El instituto emisor destacaba que la demanda interna privada creció un 2,1% en 2014, tras avanzar el consumo privado un 0,6% en el último trimestre. También estimaba que la inversión residencial experimentó un pequeño incremento en la última parte del año y que aumentó la inversión en equipo y en otras construcciones.
En este sentido, subrayaba que en 2014 habría «culminado el ajuste» del sector de la construcción, después de seis años de contracción que han reducido su peso en el PIB en algo más del 50% respecto a los datos de 2006, cuando se alcanzó el máximo histórico.
Para 2015, el Banco de España espera que continúe la recuperación y mantiene en el 2% su previsión de crecimiento, si bien indica que este escenario central está rodeado de un «elevado grado de incertidumbre», ligado en buena medida a las «dudas» en torno a la trayectoria futura del precio del crudo.
Lo que sí ha mejorado la institución para el año que viene es la aportación de la demanda interna, hasta el 2,2% desde el 1,4% anterior, pero en cambio ha empeorado su estimación sobre el sector exterior por la rebaja del crecimiento de las exportaciones, con lo que restará en 2015 dos décimas al PIB, frente a la estimación inicial de una aportación positiva de seis décimas.
El Banco de España también ha mejorado para el año que viene la estimación de creación de empleo, hasta el 1,6%, dos décimas más que en julio, por lo que prevé un mantenimiento de la tendencia a la creación de empleo que se viene observando en los últimos trimestres, apoyado en el proceso de moderación salarial y el mayor grado de flexibilidad del mercado laboral.
A pesar de estas mejoras, el Banco de España cree que la proyección del PIB para 2015 está sometida a «riesgos de desviación en ambas direcciones». Entre los negativos, destaca una evolución menos favorable de los mercados exteriores y, entre los positivos, resalta una mayor moderación de los precios del petróleo, una depreciación más acusada del tipo de cambio del euro y una mejora adicional de las condiciones financieras.