Ana Rodríguez. Es 5 de enero, víspera del Día de Reyes, noche mágica en la que los tres Magos de Oriente visitan las casas de todo el mundo para agasajar a sus habitantes con juguetes y regalos. En España existen diversas tradiciones vinculadas a estas fechas y que hacen de nuestro país un lugar único donde pasar los primeros días del año. No nos falta la fiesta, la buena gastronomía ni el espectáculo callejero que llenan de ilusión a niños y mayores. Hablemos de estas costumbres que barren la geografía de norte a sur y que son parte de nuestro patrimonio.
Cabalgatas. Los días 5 y 6 de enero las ciudades y municipios españoles se visten de fantasía. Las cabalgatas inspiradas, principalmente, con personajes infantiles recorren las calles envueltas por la música de las bandas que las acompañan y de gentes de todas las edades ataviadas con los más variados disfraces. Los Reyes Magos, que tienen la capacidad de estar en varios sitios a la vez, desfilan en todas las comitivas, repartiendo a su paso caramelos y regalos.
Las cabalgatas con más tradición, de las más antiguas de España, se localizan en Alcoy (Alicante), declarada de Interés Turístico Nacional en 2001 y Barcelona. En la primera, los Magos de Oriente recorren la localidad alicantina en camello, mientras sus pajes o negres les acompañan escaleras en mano y suben a los balcones para entregar los regalos. Como curiosidad, cabe destacar que el orden de aparición de los Reyes se altera, saliendo en primer lugar Melchor, luego Baltasar y finalmente Gaspar.
Por su parte, en la capital catalana, Sus Majestades arriban en el pailebot Santa Eulàlia al Moll de Bosch i Alsina, popularmente conocido como Moll de la Fusta, donde los más pequeños y las autoridades locales los reciben con júbilo y los saludan antes de que suban a sus respectivas carrozas e inicien su recorrido por las calles de Barcelona junto a su séquito, en el que se incluyen 80 carteros a los que los niños entregan sus peticiones en forma de carta.
En el otro extremo de España, concretamente en la Sierra de Huelva, se encuentra la localidad de Higuera de la Sierra, cuya cabalgata de Reyes está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía por la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, así como Manifestación Sociocultural Objeto de Especial Atención por parte de la Diputación de Huelva y en 2010 se incluyó en el Catálogo del Patrimonio Histórico de Andalucía.
Esta comitiva está formada por unas 16 carrozas, que desfilan representando imágenes inmóviles de la Biblia, encarnadas por personas de la localidad, de todas las edades. Además de estas carrozas, forman el cortejo los tres Reyes Magos y la Estrella de Oriente, principales atractivos de esta tradición.
Otra de las cabalgatas más hermosas y particulares de España es la del municipio de Anguiano, en La Rioja, en la que los Reyes, guiados por un séquito de pajes con antorchas, llegan a caballo desde el monte, mientras la multitud, acompañada de un delicioso chocolate caliente, ve desde el pueblo cómo las siluetas de sus Majestades dibujadas por la luz de las antorchas se acercan poco a poco desde la otra margen del río Najerilla. El impacto visual inmediato y encantador hace soñar a los niños y recordar a los mayores. Cuando llegan, todos los vecinos los acompañan por las calles del pueblo hasta la iglesia, donde proceden a entregar los ansiados regalos.
Mascaradas. Además de las cabalgatas, hay una tradición muy extendida por Castilla y León -además de por otras Comunidades españolas- que se lleva a cabo en diferentes momentos del año según la localidad, aunque hay dos municipios de Zamora –Montamarta y San Martín de Castañeda- donde es típica de los días 5 y 6 de enero: hablamos de las mascaradas.
En ellas, los vecinos se disfrazan de manera peculiar, dando vida a personajes ataviados con extravagantes indumentarias que son los protagonistas de estas celebraciones. El origen de estas fiestas es controvertido, aunque se puede afirmar que hunden sus raíces en los ritos prerromanos de las sociedades agrícolas y ganaderas. El hecho de que hayan llegado al siglo XXI demuestra el arraigo de tales fiestas entre la población, sobre todo entre la rural.
En el municipio de Montamarta, en la comarca Tierra del Pan, el personaje que desfilará por sus calles el 6 de enero -como también lo hiciera el 1 del mismo mes- es el zangarrón. Dos son los escogidos, entre los quintos -jóvenes que acaban de cumplir la mayoría de edad- de cada año, para interpretar el papel de zangarrón, uno en Año Nuevo y otro el día de Reyes. Éstos van vestidos con una máscara circular de corcho de color negro el día 1 y rojo el día 6, con huecos para los ojos y boca y dos orejas de liebre, decorando el resto del cuerpo con papeles de colores.
El zangarrón porta como elemento fustigador un tridente, con el que sale a correr con los pozos del pueblo y a pedir el aguinaldo. También entra en la misa festiva y protagoniza el robo y posterior reparto de panes.
La otra localidad zamorana en las que las mascaradas se celebran en Reyes es San Martín de Castañeda, en la comarca de Sanabria. La fiesta se denomina A Talanqueira o Visparra y se celebra el 5 de enero por la tarde.
Sus participantes se llaman talanqueiras, son dos y representan a un astado macho y otro hembra. Se visten con un armazón de madera que llevarán sobre los hombros, con cuernos en la parte delantera y rabo en la trasera. La estructura se cubre por un lienzo, con el diseño de la cara del animal y sobre él se pone un mantillo, rojo para el Toro y amarillo o verde para la Vaca. Cabe destacar que es la única fiesta en Castilla y León en la que aparecen juntos Toro y Vaca como símbolos de la fertilidad total.
A las dos talanqueiras las acompaña un número indeterminado de visparros que simbolizan el caos infernal. Éstos van cubiertos por ‘calantroñas’ o máscaras hechas con telas de color, con agujeros para ojos, nariz y boca, y rematadas por detrás con borlas y cintas de colores. Finalmente, otro personaje, el del ciego, que porta máscara de corcho o cartón roja y tela vieja en la parte posterior de la cabeza.
Estos enmascarados recorren todo el pueblo pidiendo el aguinaldo ‘armados’ de tenazas, cuernos, ceniza y la ‘maza’, un leño atado a una cuerda que se lanza para asustar, sin llegar a dar al público.
Roscón de Reyes. Por último, cabe destacar la tradición más deliciosa de estas fiestas, el conocido como roscón de Reyes, un dulce con forma de toroide que se sirve para merendar el 6 de enero y que se elabora con harina, levadura, leche, huevos, agua de azahar, margarina, azúcar y sal principalmente, aunque se pueden añadir otros ingredientes, como el anís o cualquier aromatizante. Se decora con fruta escarchada o confitada de colores variados y suele rellenarse de nata montada o crema, moca, trufa o chocolate. La forma de rosca parece imitar a una corona real y las frutas que la cubren, a las joyas de la corona.
Finalmente, en su interior se introduce un regalo o sorpresa, normalmente una figurita de plástico, aunque cada vez es más común hallar dos o más, siendo una de ellas un haba.
El origen del roscón de Reyes parece estar relacionado con las saturnales romanas, las fiestas dedicadas al dios Saturno con el objeto de que el pueblo romano en general pudiera celebrar los días más largos que empezaban tras el solsticio de invierno. Para estos festejos, se elaboraban unas tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre los plebeyos y esclavos. Ya en el siglo III, en el interior del dulce se introducía un haba seca, y el afortunado al que le tocaba era nombrado rey de reyes durante un corto periodo de tiempo establecido de antemano.
Dependiendo del lugar, la tradición dice que quien encuentra el haba es el rey de la reunión… o todo lo contrario, el que debe pagar ese roscón o el siguiente. También cabe la posibilidad de que el dulce oculte dos sorpresas: un haba y una figura, siendo el que corre con los gastos quien localiza la primera y el rey del roscón quien recibe la segunda.
En suma, las tradiciones vinculadas con el día de Reyes son ricas y variadas por todo el territorio español y logran hacer de estos días momentos de fiesta que celebrar junto a los seres queridos.