Europa Press. La demanda de combustibles de gasolina y gasóleo entró en 2014 en una fase de estabilización que interrumpe una secuencia de seis años de caídas consecutivas en los que el consumo anual se ha llegado a situar un 23% por debajo de los niveles de 2007.
A falta de los datos de diciembre, las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) muestran un incremento del consumo del 1,1% en los 11 primeros meses del año, debido sobre todo al aumento del 1,6% en el combustible más utilizado, el gasóleo.
Con estas cifras, la estabilización de la demanda ya es un hecho y el cierre del ejercicio en positivo solo queda condicionado a que en diciembre se hayan consumido más de dos millones de toneladas de gasóleo y gasolina, un umbral para el último mes del año siempre superado en los últimos ejercicios.
Los bajos precios de los carburantes en los surtidores es otro de los factores que pueden permitir que los 23,3 millones de toneladas consumidas hasta noviembre superen los 25,1 millones del conjunto de 2013 y, de esa forma, se cierre el primer ejercicio en positivo desde 2007.
Aquel año, la demanda de combustibles de automoción registró un techo de 32,7 millones de toneladas, momento a partir del cual inició una secuencia de descensos provocada por la menor actividad en el transporte, la reducción de los movimientos debido a la crisis y el aumento de los precios a partir de 2011.
Tras la cota de 2007, la demanda comenzó a caer, salvo en 2010, a tasas superiores al 3% en cada uno de los años posteriores. Lo hizo un 3,9% en 2008, un 5,4% en 2009, un 1,6% en 2010, un 4,7% en 2011, un 6,2% en 2012 y un 3,8% en 2013, y es en 2014 cuando esta tendencia podría cambiar de signo por primera vez desde el estallido de la crisis.