Redacción. Los linces reintroducidos en los Montes de Toledo y Sierra Morena por el programa ‘Life+Iberlince’ se han acomodado bien a su entorno e incluso algunos se han dispersado a lo largo de áreas muy amplias.
Es el caso de Kivu, soltado en Sierra Morena y que se ha desplazado 25 kilómetros al norte, o de Kunfú, que se ha movido hasta pasar a Andalucía, donde está siendo seguido por los técnicos andaluces, según ha informado Iberlince.
Además, otros linces que también han llevado a cabo importantes desplazamientos, como Krasti, que fue soltado en Andalucía pero está actualmente en la región y ha pasado por los municipios ciudadrealeños de Santa Cruz de Mudela, Calzada de Calatrava, Puertollano y Corral de Calatrava.
Sin embargo, otros como Kiki y Kiowa, en su mayoría hembras, se han establecido más cerca de su zona de suelta, ya que tienen costumbres menos nómadas que los machos.
Además de estos ejemplares, todos ellos localizados en la provincia de Ciudad Real, fueron posteriormente soltados otros en los Montes de Toledo, que «están siendo seguidos por los agentes medioambientales y el personal del proyecto ‘Life+Iberlince’ gracias a los collares GPS que llevan».
De entre todos ellos, Kahn ha sido el lince más móvil, ya que se ha desplazado hacia el oeste y se encuentra en la zona de las localidades toledanas de Menasalbas y San Pablo de los Montes. Por su parte, tanto Kentaro como Kuna se han quedado próximos a la zona de suelta y Kea y Kendo aún estarán en los cercados de pre-adaptación hasta mediados del mes de enero, cuando serán soltados definitivamente y su lugar lo ocuparán Keres, Karma y Jabillo.
Iberlince ha recordado que «los propietarios y guardas son informados de todos estos desplazamientos para que conozcan la presencia de la especie en sus fincas y evitar posibles accidentes».