Redacción. La economía cerrará el año 2014 con cuatro trimestres de crecimiento y una tasa interanual de PIB positiva por primera vez desde la crisis, lo que le permite mirar a 2015 con cierto optimismo y contemplar incluso la posibilidad de crecer por encima del 2% gracias a la evolución del precio del petróleo.
Aunque aún no se conoce la cifra definitiva de PIB, el Gobierno ya ha dicho que el crecimiento alcanzará sobradamente la previsión oficial (1,3%), mientras que el Banco de España ha ido un poco más allá y lo ha situado en el 1,4% en su último boletín económico.
La cifra final se conocerá a finales de enero, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publique el avance del dato, que después tendrá que confirmar en febrero en la Contabilidad Nacional de 2014.
En cualquier caso, será el primer año desde el inicio de la crisis en el que la economía cerrará con una tasa interanual positiva, tras la caída del 1,2% de 2013 y los descensos de años anteriores. La economía creció inicialmente una décima en 2011, aunque después el INE revisó está cifra y la llevó a negativo.
Además, cuando acabe el año, la economía llevará ya siete trimestres consecutivos creciendo y se anotará el mayor crecimiento de la zona euro. Esta situación, tal y como sostiene el Gobierno, permitirá también acabar el ejercicio con un incremento del empleo, que aumentará al menos un 0,7% en el conjunto de 2014.
De hecho, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, espera que la economía sea capaz de crear más de 800.000 empleos entre 2014 y 2015 y no descarta revisar estas cifras al alza dada la evolución de los precios del petróleo y su positivo impacto en la economía española.
Este mismo escenario podría impulsar el PIB por encima de la previsión oficial (2%) y hay quien vaticina incrementos de PIB más próximos al 2,5%, como la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) o el Instituto de Estudios Económicos (IEE), los primeros organismos en actualizar sus cifras macroeconómicas teniendo en cuenta la evolución del precio del crudo en los últimos meses.
El Gobierno, en cambio, prefiere ser prudente y no tiene intención de cambiar sus previsiones porque prefiere que cualquier sorpresa sea positiva y al alza, como ha ocurrido en el pasado.