Los Enharinados, una alocada batalla el día de los Santos Inocentes

Los Enharinado de Ibi (Alicante). http://www.rafaeltena.com
Los Enharinado de Ibi (Alicante). http://www.rafaeltena.com

Ana Amador. Aunque la festividad de los Santos Inocentes rememora el pasaje bíblico en el que el rey Herodes ordenó matar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén para evitar que ‘El Rey de los judíos’ le arrebatara el poder, con el paso de los siglos este trágico día ha evolucionado hasta convertirse en una alocada y divertida fiesta popular. Polvos pica-pica, tinta falsa, bombas fétidas o monigotes en la espalda son algunas de las inocentadas más extendidas.

Pero el 28 de diciembre también se celebran en numerosas localidades españolas divertidas fiestas propias. Los Locos de Jalance en Valencia, la Fiesta de los Santos Inocentes de Nogalte en Murcia, El Obispillo en Burgos, la Danza de Los Locos de Fuente Carreteros (Córdoba) o la Festa dels Enfarinats de Ibi (Alicante) son algunos de los ejemplos más destacados.

El alcade de els Enfarinats y sus milicianos. / http://www.infofesta.es
El alcade de els Enfarinats y sus milicianos. / http://www.infofesta.es

La Fiesta de los Enharinados o ‘Justicia Nueva’. Lograr hacerse con el poder civil del pueblo, armados con harina, huevos y petardos, a golpe de escaramuzas y batallas “encarnizadas” es una divertida tradición que cada año se celebra en Ibi.

El origen preciso de Los Enharinados no se conoce, aunque algunos lo sitúan en el siglo XVI. A finales de la década de los cincuenta esta festividad dejó de celebrarse, pero en 1981 resurgió con fuerza y finalmente alcanzó su merecido reconocimiento al ser declarada en 2009 fiesta de Interés Turístico Autonómico.

Intensas batallas con harina, petardos y huevos. /  http://www.amusingplanet.com
Intensas batallas con harina, petardos y huevos. / http://www.amusingplanet.com

Durante esta alocada jornada, un grupo de 14 vecinos insurgentes, vestidos con atuendos estrafalarios y el rostro pintado, somete a la población de Ibi a un destartalado gobierno a golpe de harina, huevos y cohetes borrachos.

Los milicianos de los enharinados (enfarinats) campan a sus anchas, tienden emboscadas y se enfrentan a sus enemigos en épicas batallas. De este modo, el alcalde de los enharinados y sus hombres logran que reine el absurdo y las excentricidades.

Pero a estas las luchas no solo están expuestos los bandos enfrentados, ya que también sufren las consecuencias los viandantes que osen adentrarse en los dominios de los golpistas y oponerse a sus disparatadas órdenes. El castigo por hacer frente a los enfarinats es acabar rebozado en harina y huevo.

La pirotecnia es también protagonista de Los Enharinados. / http://www.amusingplanet.com
La pirotecnia es también protagonista de Los Enharinados. / http://www.amusingplanet.com

El objetivo de la contienda es hacer hacerse con el control del pueblo y la Plaza de la Iglesia es el punto estratégico en el que los protagonistas se despliegan y tiene lugar la batalla decisiva. Este último bastión es testigo de un “salvaje” enfrentamiento, que culmina con la oposición replegada en las escalinatas de la iglesia de la Transfiguración del Señor debido a la aplastante superioridad de los invasores.

Tras esta intensa batalla, la oposición declara su rendición ante los aguerridos «enharinados» y la contienda concluye con el armisticio, por el cual los dos bandos enfrentados se unen para recaudar fondos que se destinarán al asilo de ancianos San Joaquín de Ibi.

Tras este acuerdo de paz, la fiscalía de cuentas realiza una visita de inspección por los comercios e instituciones y durante este recorrido los protagonistas portan elementos imprescindibles que simbolizan la ley del embudo: un metro descomunal, un litro inmenso, un kilo que pesa por cinco, un libro de tasas gordísimo o una gran letra de cambio.

Els tapats de Ibi. / http://www.ibi.es
Els tapats de Ibi. / http://www.ibi.es

Al llegar la noche, esta simpática jornada finaliza con la Dansà, un evento en el que se representan los bailes regionales. En esta cita participan mujeres vestidas con atuendos lujosos, hombres luciendo elegantes capas y els tapats (los tapados), unos personajes peculiares que van disfrazados de forma estrafalaria y cubiertos con capas y máscaras.

Con este último acto concluye el mandato del alcalde de els Enfarinats, quien deberá esperar un año para devolver a las calles de Ibi el ambiente de intensa polvareda blanca y el caos más divertido.

 

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