Muralla de Lugo. / http://mirandoalugo.blogspot.com.es
Ana Amador. Un año más las festividades del día de la Constitución e Inmaculada Concepción ofrecen la posibilidad de alejarse de la vida ajetreada y poder disfrutar del tiempo libre en compañía de amigos, con la familia o en pareja. Aunque viajar no es la opción más económica, el pasado mes de septiembre la web de viajes TripAdvisor presentó el Índice de Precios TripIndex Ciudades Españolas 2014, un estudio comparativo basado en los precios durante los meses de otoño-invierno de 2014. El análisis, que tuvo en cuenta cuánto cuesta a dos personas pasar una noche en un hotel de cuatro estrellas, la consumición de cócteles para dos, una cena de dos platos con una botella de vino de la casa y tomar un taxi de ida y vuelta, concluyó que el ranking de las ciudades más baratas de España lo lideran Lugo, Murcia y Ourense.
En esta edición de 2014, Lugo ha resultado ser la localidad que ofrece los precios más económicos para los viajeros, con un coste total en el TripIndex de 115,73 euros. A esta ciudad gallega le siguen Murcia, con un precio de 116,52 euros, y Ourense, que no supera los 119.65 euros. Así que si este puente de diciembre vas a preparar una escapada y no te apetece salir de España, puedes aprovechar la oportunidad para visitar ciudades de gran belleza y riqueza cultural.
Lugo. Aunque estos días otoñales el paraguas es un clásico en el norte de España, la capital lucense ofrece a sus visitantes la posibilidad de contemplar hermosos tesoros arquitectónicos. Entre ellos se encuentra la muralla romana del año 12. a.C. que rodea el casco histórico de la antigua Lucus Augusti fundada el año13 a.C. por Paulo Fabio Máximo en nombre del emperador Augusto. Este muro defensivo ha perdurado desde entonces con escasas reformas y por ello fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Además, desde el día 6 de octubre de 2007 está hermanado con la Gran Muralla China.
Otro lugar emblemático son las termas romanas, que actualmente se encuentran dentro de las instalaciones del Hotel Balneario junto a la orilla del río Miño. Estos antiguos baños, declarados el año 1931 Monumento Histórico-Artístico, permiten disfrutar de aguas de manantial con notables propiedades medicinales ya que son sulfurado-sódicas, carbonatadas y brotan a una temperatura aproximada de 44 grados.
Entre sus bellas construcciones, la ciudad gallega cuenta con un puente romano sobre el río Miño que fue levantado durante el siglo I para comunicar Lucus Augusti con Bracara Augusta (la actual Braga). Además, esta construcción tiene el honor de formar parte del Camino Primitivo hacia Santiago, ya que los peregrinos salían por la puerta Miñá de la muralla, continuaban por la calzada romana y atravesaban el puente.
Lugo también permite contemplar bellas edificaciones religiosas, como el Pazo Episcopal, el Convento de los Padres Franciscanos, el Conjunto monumental de San Lázaro, Santa Eulalia de Bóveda o la Catedral de Santa María. Esta última comenzó a construirse en el año 1129 por el maestro Reimundo de Monfort, quien la proyectó con un estilo románico. Sin embargo, a principios del siglo XIV la cabecera primitiva fue sustituida por una capilla mayor y un deambulatorio en el que se abrían cinco nuevas capillas absidales y planta hexagonal de estilo gótico.
Murcia. Esta bella ciudad bañada por el río Segura es un escaparate en el que se puede observar el destacado legado de los antiguos pueblos que la habitaron. Entre ellos se aprecia la gran herencia árabe presente incluso en las construcciones más recientes.
El casco antiguo de la ciudad mantiene parte del trazado medieval musulmán y se pueden visitar numerosas iglesias barrocas levantadas sobre antiguas mezquitas. Entre las construcciones árabes más notables se encuentra el Monasterio de Santa Clara la Real, que alberga en su interior los restos del palacio de Al-Qasr al-Sagir; las ruinas de las murallas de los siglos XI y XII o el Palacio del Almudí, hoy convertido en el Centro de Arte y Archivo Histórico.
Pero sin duda el monumento más emblemático de Murcia es la Catedral de Santa María, una obra maestra del barroco español construida entre los siglos XIV y XVIII. En esta hermosa edificación, que fusiona a la perfección escultura y arquitectura, se puede admirar su alta torre o la fantástica cadena esculpida en piedra en la Capilla de los Vélez, cuya leyenda sobre el trágico destino de su artífice aún sobrecoge.
En la plaza Cardenal Belluga, junto a la Catedral de Santa María, se encuentra el Palacio Episcopal y, a tan solo unos metros, la Glorieta. Esta última es una gran plaza ajardinada construida en el siglo XVIII que tradicionalmente fue considerada el centro de la ciudad. Además, los visitantes tampoco deben olvidar pasear por el Paseo del Malecón o visitar en la Trapería los hermosas salones de estilo nazarí del Casino del siglo XIX.
Ourense. Ocho puentes cruzan el río Miño en la ciudad del agua, una fama que se ha ganado también por sus valiosas aguas termales que manan a 67 grados y poseen propiedades medicinales. A lo largo de esta ciudad gallega abundan los baños termales que permiten a los visitantes disfrutar de una experiencia relajante. Entre las termas más destacadas se encuentran A Chavasqueira, situadas al borde del río, y As Burgas, que junto al Santo Cristo y el Puente Romano es uno de los símbolos de Ourense.
Además de la riqueza de sus aguas, los visitantes pueden visitar la Catedral de San Martiño, que fue construida durante la segunda mitad del siglo XII y primera mitad del XIII. Esta edificación, que fue declarada Monumento Nacional y tiene honores de Basílica desde finales del siglo XIX, aún conserva el Pórtico del Paraíso, las tres puertas románicas con clara influencia del Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela.
En una de las naves se encuentra la Capilla Mayor, con el Retablo Mayor realizado en 1520 por Cornelis de Holanda y la sillería renacentista del Coro. Además, en este templo se puede contemplar uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, la Capilla del Santo Cristo. En esta construcción de estilo gótico del siglo XVI decorada en el barroco se halla el famoso Cristo ourensano, cuya leyenda narra que fue arrastrado por el agua del mar desde las costas de Fisnisterre.
Otro punto destacado es el Ponte Vella, Ponte do Miño o Ponte de Ourense, que une el centro de la ciudad con el Barrio del Puente. Fue construido en la época del emperador Augusto en el siglo I, tal como demuestran los sillares almohadillados aún conservados en sus bases. Este bello enclave de Ourense es uno de los puentes romanos mejor conservados de España y fue declarado Monumento Histórico Nacional.
En el corazón del casco antiguo de la ciudad se puede visitar también la Plaza Mayor, un bello enclave declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional. Este punto neurálgico fue construido en el siglo XII, aunque se realizaron remodelaciones durante el siglo XIX. Presidiendo la plaza se observa la Casa Consistorial, una hermosa edificación de fachada clasicista que destaca por su balcones blasonados en la primera planta.
Asimismo, en una de las esquinas se encuentra la iglesia de Santa María La Madre de finales del siglo XI, hasta la cual se accede a través de una escalinata del siglo XVII que fue restaurada en el siglo XX. Junto a esta edificación se erige el Museo Arqueológico Provincial, el antiguo Palacio Episcopal, una construcción de estilo románico del siglo XII que tiene el honor de ser uno de los pocos edificios civiles de este período que existen en España.
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