Ana Rodríguez. Con la misma sonrisa con que lleva conquistando al público más de 30 años, la cantante Sole Giménez comienza una nueva etapa musical, sacando un nuevo disco que lleva por título el de una de sus canciones más conocidas: ‘Como hemos cambiado’.
Aunque todos la recuerdan como Sole de ‘Presuntos Implicados’, hace ya mucho tiempo que camina sola, con ese paso firme -el que siempre ha tenido- que la sigue manteniendo entre los mejores cantautores del panorama español.
Para quienes lo desconocen, Soledad Giménez nació en París y a los cinco años se trasladó con su familia al municipio de Yecla, en Murcia, donde despertó su gusto por la música y perteneció a varios coros. En 1979, junto a otros tres compañeros formó el grupo de folk Arabí y en el 81 de trasladó a Valencia para estudiar Bellas Artes.
Más tarde nacería Presuntos Implicados, grupo del que la parisina fue vocalista durante 23 años y con el que grabó 10 discos. En 2006 inició su carrera en solitario y desde entonces hemos podido disfrutar de seis trabajos: ‘Ojalá’ (2004), ‘La felicidad’ (2008), ‘Dos gardenias’ (2009), ‘Pequeñas cosas’ (2010), ‘El cielo de París’ (2012) y el reciente ‘Como hemos cambiado’, que presentará el próximo mes de enero en Madrid y Barcelona.
– Hábleme de su nuevo disco, ‘Cómo hemos cambiado’.
– Es un disco en el que recojo las mejores canciones que he escrito en 30 años. Por ello no sólo es un disco de música, y que además he hecho con una pandilla de amigos que son maestros maravillosos, cada uno en su instrumento, sino que además es un recorrido por mi biografía emocional y personal. Es un disco que creo que ha quedado bastante bien, teniendo como perspectiva que son canciones que la gente conoce, que había referencias anteriores con Presuntos y que había que marcar la distancia. Aquellas canciones sonaban de una manera hace 20 años, ahora no podía hacerlas igual, tenía que renovarlas. El disco es como una revisión de estos 30 años, entonces recoge un poco todo lo vivido y lo actualiza.
– ¿Cómo se siente cuando después de tantos años la gente sigue cantando sus canciones y emocionándose con ellas?
– Me parece un milagro, algo increíble. Tomar conciencia de lo poderosas que son las canciones, las melodías y las letras. Y cómo se impregna nuestra vida de canciones que te hablan y que te llevan a otros momentos de tu vida y que las haces clásicos, las haces tuyas. Eso que te lo cuente la gente y poder vivirlo… yo intento marcar una distancia para no creérmelo del todo porque si no es una gran responsabilidad. Lo más bonito es que cada uno hace suyas estas canciones y que las viva y que las rehaga ahora en su vida y que las vuelva a revivir con este disco me parece un privilegio, un milagro.
– Su carrera la ha enfocado en solitario con canciones optimistas como ‘Silba’, para que la gente sea feliz…
– Sí, lo intento cada día, lo intentamos todos. Es la pelea diaria por no dejarnos arrastrar por las malas noticias, por el enfoque negativo… poner el punto de vista siempre en cosas positivas, tanto de la sociedad como personales. Es un trabajo diario, y nunca se consigue gratis, siempre requiere esfuerzo. Hay demasiado interés por que las cosas negativas estén quitándonos energía. En la carrera en solitario estoy muy contenta porque he hecho discos maravillosos con gente increíble, he aprendido muchísimo… no ha sido nada fácil, pero ha merecido mucho la pena.
– Su anterior disco, ‘El cielo de París’, estaba dedicado a la canción francesa, ¿quizás por añoranza de su infancia?
– Sí, porque yo me crié con esas canciones, oyendo a Édith Piaf, a Yves Montand, Mireille Mathieu… entonces, me apetecía muchísimo revisar algunas de esas canciones de mi niñez. Fue muy bonito poder hacerlo, fue como un reencuentro trambién. Es curioso, voy reecontrándome con cosas de mi pasado. En algún momento tendré que mirar al presente o al futuro, pero por ahora estoy como poniendo las cosas en su sitio.
– Sus anteriores discos en solitario tenían mucho de latin jazz…
– Me pasé 23 años en Presuntos haciendo un tipo de canciones, pero yo soy amante de la música, de los grandes autores y de las grandes canciones, entonces si se me presenta la ocasión de cantar una canción como ‘Ne me quitte pas’, quiero hacerlo antes de que se me pase el momento. Necesito hacer esas canciones, aunque no sean mías, me da igual. Es como ser muy goloso y entrar en una pastelería donde están los dulces más apetitosos del mundo, ¿cómo no probarlos? Yo soy autora, compositora, pero también soy intérprete y me apetecía hacer otras cosas. Latinoamérica tiene un repertorio amplísimo, y eso es lo que hicimos en ‘Dos gardenias’ o en ‘Pequeñas cosas’, con temas de autores españoles. ¡Cómo resistirse a eso! Luego oigo composiciones norteamericanas que son una belleza y te preguntas ¿cómo no hacerlas? Hay canciones tan bonitas…
– Tiene muchos fans en América Latina ¿Es distinto el público de allí?
– La gente es diferente, tienen más interés por la música. Aquí la música ha quedado en un segundo plano en cierta manera. A todos nos gusta la música, todos la oímos, pero es distinto, y eso sobre todo se ve en los medios. Es difícil tener presencia en medios cuando sólo has sacado un disco, y eso que es una cosa costosísima. Sin embargo allí, vengo de sacar el disco en México, y la promoción es espectacular, porque te lo permiten, y el mismo esfuerzo hace la persona de promoción de aquí que la de allí, pero allí hay más interés. A la hora de los conciertos, ellos también expresan más, pero en España el público también es maravilloso. Son los medios y los gestores,pues en Latinoamérica hay una presencia del promotor privado que aquí no hay.
– Hay grupos que se separan y que, cuando el pasa el tiempo vuelven, a veces por motivos económicos. ¿Volverá Presuntos con Sole Jiménez?
– Es algo que ha hecho mucha gente, pero creo que algo así no se debe hacerse nunca por dinero. Confundir la música con el dinero resulta mal siempre. La música tiene que rendir riqueza para el que la hace, porque si no ya no puedes vivir de esto, que es lo que está ocurriendo, pero que tu motivo principal sea ése, me parece que perjudica a cualquier tipo de iniciativa, no sólo la musical. Por otra parte, creo que uno tiene que ser consecuente. Yo decidí salir del grupo, no fue un capricho, sino una necesidad vital, emocional. Hay que ser consecuentes en esta vida y al público hay que tenerle mucho respeto porque es el que consigue que nosotros tengamos una carrera, un interés.
– Tiene también ahora un proyecto solidario ¿verdad?
– Estoy dirigiendo un disco que saldrá el año que viene para Oxfam. Mientras hago la promoción en España y México de ‘Como hemos cambiado’ intento adelantar este disco en Colombia. Es un disco que saco sin compañía, entonces todo me toca hacerlo a mí y lo digo como algo fácil, pero es lo más difícil que he hecho en la vida. Estoy metida en eso. Es un disco de mujeres, de artistas, donde se quiere poner en valor el trabajo que la mujer hace en el mundo diariamente y que pasa tantas veces desapercibido. Es un proyecto de Oxfam que se llama Avanzadoras y que intenta ser algo más que un disco.
– En los últimos tiempos también ha sido profesora…
– Estuve un año en la Berklee de Valencia, pero sólo un año porque me era físicamente imposible estar en tantos sitios a la vez. Me gustó mucho la experiencia porque daba clases particulares a estudiantes y estar en contacto con criaturas tan maravillosas, con tanto talento, tanta sensibilidad y deseos de aprender… es un privilegio.
– ¿Qué es para usted la música?
– Es mi sangre, no es algo externo a mí, llevo la música dentro, es parte de mí y yo soy parte de ella. Es como una energía que me invade. Y siempre tengo canciones en la cabeza, a poco que me fijo.
– Después de todos estos años de trayectoria, ¿cómo ve la vida? ¿qué es lo importante de todo lo vivido?
– Tener conciencia de la suerte que uno tiene y dar gracias todos los días.
Muchas gracias Sole