Sevilla arropa a la familia de la Duquesa de Alba durante una multitudinaria misa en la catedral

Funeral por el alma de la Duquesa de Alba. / Foto: Europa Press.
Funeral por el alma de la Duquesa de Alba. / Foto: Europa Press.
Funeral por el alma de la Duquesa de Alba. / Foto: Europa Press.

Europa Press. Una abarrotada catedral de Sevilla ha recibido en torno a las 12.15 horas de este 21 de noviembre al cortejo fúnebre que acompaña al féretro de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba, XI duquesa de Berwick y 14 veces Grande de España, para darle su último adiós con una misa presidida por el cardenal y arzobispo emérito de Sevilla Carlos Amigo Vallejo y a la que han acudido miles de sevillanos gracias a las 2.000 sillas que para ellos han sido dispuestas en el interior del templo.

El féretro ha entrado en la catedral a hombros de familiares de la aristócrata, entre ellos sus nietos, y ha sido depositado en el Altar del Jubileo, donde el cardenal Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo de Sevilla entre 1982 y 2009 y amigo de la Duquesa de Alba, ha presidido la misa funeral en presencia de todos los hijos de la aristócrata y su marido, Alfonso Díez.

Amigo Vallejo ha definido a la Duquesa durante su homilía como «una noble por herencia y noble, muy noble, de corazón». Según ha dicho tras la lectura de una carta del Apóstol San Pablo, doña Cayetana podrá disfrutar ahora «de la eterna libertad de Dios» y de una «vida llena de nobleza y bondad», por lo que ha pedido al Señor que la acoja tras haber sido una persona «generosa y al servicio de los más necesitados».

«Sabía muy bien, qué elegancia, que de los pobres no se presume sino se les sirve y se les presta», ha ensalzado Amigo Vallejo, quien ha considerado que la duquesa, de «profundas convicciones cristianas», se va «en paz».

A Amigo Vallejo le acompañan en esta misa funeral el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo; el deán de la catedral de Sevilla, Teodoro León; y otros cuatro sacerdotes, entre los que se encuentra Ignacio Sánchez Dalp, amigo personal de la familia.

A este último acto público de las exequias de la popular aristócrata, han asistido la infanta Elena -que asiste a la misa en un sillón real junto a la familia directa de la Duquesa-, el ministro de Defensa, Pedro Morenés; el presidente del Senado, Pío García Escudero; el consejero de Justicia de la Junta, Emilio de Llera, y la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, entre otras autoridades y personalidades, todas de riguroso luto.

A la salida de la catedral, el féretro, de nuevo acompañado por todos sus hijos, nietos y demás familiares, así como de su viudo Alfonso Díez, ha recibido un fuerte aplauso de los sevillanos. Acto seguido el coche con los restos de Cayetana Fitz-James Stuart ha partido hacia el crematorio de San Fernando, donde será incinerada.

Tras la incineración del cuerpo, en torno a las 18.00 horas, parte de las cenizas de la Duquesa de Alba serán trasladadas hasta la iglesia de la Hermandad de los Gitanos, donde serán recibidas en un acto familiar y depositadas en una de sus capillas laterales. Tras este acto íntimo de recepción, se abrirán las puertas de la iglesia -a la que pertenecía la Duquesa- a todos los ciudadanos.

Miles de personas se despiden de la Duquesa. Por otro lado, miles de ciudadanos han despedido a la Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, en las calles de Sevilla, donde unas 20.000 personas, según fuentes municipales, han esperado en la Plaza Nueva la salida del féretro del Ayuntamiento de Sevilla, donde estaba instalada la capilla ardiente, y el paso del cortejo fúnebre por la avenida de la Constitución hacia la catedral.

Además, más de 80.000 ciudadanos han pasado entre este los días 20 y 21 de noviembre por la capilla ardiente, instalada en el salón Colón del Consistorio. Desde primeras horas y antes de reabrir a las 09.00 horas, centenares de personas se congregaban ya a las puertas del Ayuntamiento, donde numerosos sevillanos han continuada acercándose para decir su último adiós a la aristócrata hasta su cierre.

Poco antes de las 12.00 horas, el féretro de Cayetana Fitz-James Stuart, cubierto por la bandera de España y la de la Casa de Alba, ha partido en coche fúnebre, acompañada por toda su familia y entre aplausos de los sevillanos, hacia la catedral, donde se ha celebrado la misa que ha congregado también a unas 3.000 personas entre ciudadanos anónimos y personalidades.

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